VIENA (Reuters y EFE).— Irán redujo sus demandas sobre el volumen de su futuro programa de enriquecimiento nuclear en negociaciones con potencias mundiales, pero estas quieren que Teherán haga más concesiones, dijeron ayer diplomáticos occidentales cercanos a las negociaciones.

Los diplomáticos, que conversaron con Reuters en el inicio de la ronda de negociaciones entre Irán y Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China, dijeron que pese a algunos movimientos de Teherán no sería fácil alcanzar un acuerdo para el plazo límite del 20 de julio.

El cambio de Teherán se relaciona con el punto principal de conflicto en las negociaciones: el número de centrífugas de uranio enriquecido que mantendrá si se logra un acuerdo para reducir su programa nuclear a cambio de un cese gradual de las sanciones.

Se considera que cerrar la disputa por las ambiciones nucleares de Irán, que ya dura una década, es clave para aliviar la tensión y para evitar una nueva guerra en Medio Oriente. “Irán ha reducido el número de centrífugas que quiere pero el número sigue siendo inaceptablemente alto”, dijo un diplomático occidental.

El miércoles, un importante funcionario iraní dijo a Reuters que Teherán se había rehusado a reducir su demanda de mantener 50 mil centrífugas en operación.

Irán dice que planea una red futura de plantas de energía nuclear para diversificar su suministro de energía. “Irán requiere al menos de 50 mil centrífugas y no 49 mil 999”, dijo el funcionario iraní. “No vamos a hacer concesiones con eso (...). La otra parte está hablando de unas pocas miles y eso es inaceptable para Irán”.

No obstante, diplomáticos occidentales dijeron que en privado Irán ya no estaba insistiendo en la cifra de 50 mil máquinas, que había señalado que aceptaría una cifra menor pero que no quiso ser dar una cifra específica para no interrumpir las negociaciones. Actualmente, Irán tiene más de 19 mil centrífugas, aunque sólo unas 10 mil están funcionando.

Las potencias quieren que ese número se reduzca a unas pocas miles, para asegurarse de que Irán no pueda producir rápidamente suficiente uranio enriquecido para una bomba, aunque Teherán niega esas acusaciones. El ministro de Exteriores iraní, Mohamed Yavad Zarif, había asegurado el miércoles en un mensaje emitido en internet que su país y las potencias podían “hacer historia” y prometió “tomar medidas para garantizar que el programa nuclear (de Irán) es pacífico”. Un acuerdo nuclear podría “terminar con una crisis innecesaria”, destacó el negociador jefe iraní.

La disputa nuclear entre Occidente y la República Islámica se produce ante la constante amenaza de una posible intervención militar de Estados Unidos o de Israel, que se siente directamente amenazada por el programa nuclear iraní.