MADRID.— A pocos días de convertirse en rey, el príncipe Felipe se comprometió ayer a dedicar todas sus fuerzas, con esperanza e ilusión, a una España “unida y diversa”, en su primer discurso oficial tras la abdicación el lunes de su padre, el rey Juan Carlos, quien vivió una emotiva jornada en la que recibió el apoyo de los empresarios y una cerrada ovación de miles de aficionados a los toros en la Plaza de las Ventas.

“Me limito a reiterar mi empeño y convicción de dedicar todas mis fuerzas con esperanza, con ilusión, a la tarea apasionante de seguir sirviendo a los españoles, a España, una nación, una comunidad social y política unida y diversa”, dijo con solemnidad y emoción, a dos semanas de que sea proclamado rey.

El príncipe de Asturias y su esposa, la princesa Letizia, presidieron en Navarra la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Viana, uno de los títulos que tiene Felipe y que pasará a su primogénita, la infanta Leonor, cuando él sea rey.

En el Monasterio de Leyre, donde entregó el premio al historiador Tarsicio de Azcona, pseudónimo con el que el nonagenario Jesús Morrás Santamaría ha llevado a cabo una dilatada labor de investigador, especialista en historia de la Iglesia, llamó a los españoles a la unidad en una etapa marcada por dificultades económicas, sociales y políticas. “La experiencia nos enseña que sólo uniendo nuestros afanes lograremos avanzar hacia escenarios mejores”, destacó.

Mientras tanto, en Madrid, durante el acto de entrega del Premio Reino de España al fundador del grupo Sener, Enrique de Sendagorta, celebrado en el Palacio Real de El Pardo y organizado por el Círculo de Empresarios, el rey Juan Carlos agradeció a los empresarios su labor “por generar trabajo y riqueza” y las muestras de afecto recibidas, y les dijo que siempre estará a su lado, en el que fue uno de sus últimos discursos como jefe de Estado. Sus palabras fueron acogidas con gritos de “¡Viva el rey!” y una calurosa ovación tanto de los empresarios como de las personas que acudieron al acto y que no dudaron en ponerse en pie para aplaudirle.

Pero ese no fue el único momento del día en que sintió el cariño de los ciudadanos. Por la tarde, miles de aficionados que asistieron a la madrileña Plaza de Toros de las Ventas quisieron felicitarle por su labor en estos 39 años de reinado y lo recibieron con gritos y aplausos a su llegada al Palco Real y después de que se tocara el himno nacional. Y no fueron los únicos. El Juli, encargado de abrir plaza, le brindó un toro “por apoyar nuestra fiesta y dignificarnos con su presencia”.

Si los plazos se cumplen, el próximo miércoles será aprobada en el Congreso de los Diputados la Ley Orgánica de Abdicación que luego pasará al Senado donde, una vez aprobada, se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Entonces seré efectiva la abdicación, y el 18 de junio Felipe VI será nombrado rey.

Sin embargo y pese a la celeridad con que el gobierno que preside el conservador Mariano Rajoy (Partido Popular, PP) está llevando a cabo el proceso de sucesión tras el anuncio de abdicación hecho por el monarca, el debate sobre la necesidad de que se celebre un referéndum en el que los ciudadanos elijan entre monarquía o república continúa.

Y cada vez son más las voces, incluso dentro del propio PSOE, que piden un referéndum. Hasta Henar Ortiz, tía de Letizia (hermana de su padre), a través de Twitter se mostró partidaria de que se celebre una consulta popular, porque en su opinión “la jefatura del Estado no se recibe por herencia”. Todo ello después de haber reenviado a sus seguidores imágenes de las manifestaciones a favor del referéndum celebradas en España el pasado lunes.

Según una encuesta realizada en 2012 por la empresa Simple Lógica (socia de Gallup en España), 54% de los españoles está a favor de una consulta para decidir entre república y monarquía. Sin embargo, el gobierno, con el apoyo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) sigue tratando zanjar ese debate y de que el nombramiento de Felipe VI se lleve a cabo cuanto antes y de la manera más tranquila posible.

Por ello, ayer durante una rueda de prensa conjunta con el presidente de Portugal, Pedro Passos Coelho, Rajoy criticó a los nacionalistas catalanes de Convergencia y Unió (CiU), quienes anunciaron su decisión de abstenerse en la votación del miércoles en el Congreso de los Diputados. “No es momento de hacer política pequeña”, aseguró.

En cambio, alabó el comportamiento “serio, ejemplar y con sentido de Estado” del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuyo partido, igual que el PP, votará a favor de la ley, que recibirá el voto en contra de los partidos de izquierda.

Izquierda Unida (IU) propuso impulsar una consulta sobre la monarquía. “Quienes plantean un referéndum sobre la forma política del Estado a que plantee una reforma de la Constitución por los cauces previstos”, les dijo Rajoy. (Con información de agencias)