Fábricas de armas se mudan, revelan
WASHINGTON (EFE).— Las normas más restrictivas que han adoptado algunos lugares de Estados Unidos para mejorar el control sobre las armas tras la matanza en la escuela Sandy Hook, en Newtown, Connecticut, en la que murieron 20 niños el 14 de diciembre de 2012, están haciendo emigrar a las compañías del ramo a otras zonas más favorables a su negocio.
La multinacional Beretta fue la última industria en sumarse a la corriente de mudanzas, que después de 40 años fabricando armas en el sur de Prince George, en Maryland, trasladará su planta de manufactura a Tennessee.
El tiroteo en Sandy Hook suscitó enfrentamientos entre los adversarios de las armas, que pedían una legislación más dura, y sus defensores, amparados por la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
Ante la falta de acuerdo en el Congreso para legislar al respecto, estados como Connecticut, Colorado, Nueva York y Maryland elaboraron leyes estatales que aumentan los controles para la compra de armas y prohíben la comercialización de cargadores de gran capacidad.
Maryland, hasta ahora sede de Beretta, aprobó en abril de 2013 una ley que prohíbe la venta de 45 tipos de armas de asalto, e hizo obligatorio un registro que incluye huellas dactilares, identificación con foto y requerimientos de entrenamiento.
El gerente general de Beretta en EU, Jeff Cooper, indicó que las restricciones los deja “muy preocupados sobre la conveniencia de mantener una empresa de fabricación de armas de fuego en este Estado”.
El traslado de la fábrica de Beretta a Gallatin, Tennessee, se llevará a cabo a mediados de 2015, con una inversión de 45 millones de dólares. Desde el gobierno de Maryland han lamentado la decisión de Beretta, pero afirman que la seguridad de los ciudadanos es lo primero.
Con ese movimiento —que afectará a 160 empleos— Beretta se une a otras destacadas compañías fabricantes de armas que han cambiado de sede: PTR Industries dejó Connecticut por Carolina del Sur, Kahr Arms cambió Nueva York por Pennsylvania y O.F. Mossberg & Sons decidió expandirse en Texas en vez de en el noreste del país. Los republicanos se resisten a ceder ante una mayor regulación de las armas por considerar que menoscaba el derecho constitucional de portar armas recogido en la Constitución de EU.
Según datos del Buró Federal de Investigaciones (FBI), en EU hay más de 200 millones de armas en manos de la ciudadanía.