WASHINGTON.— Luego de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtiera a Rusia que está “del lado equivocado de la Historia” y que su movilización de tropas a Ucrania viola el derecho internacional, el Pentágono anunció anoche la suspensión de toda cooperación militar con Rusia, lo que incluye encuentros bilaterales, maniobras militares conjuntas, conferencias previstas y visitas a puerto.

“Instamos a Rusia a que desescale la crisis en Ucrania y que sus tropas en Crimea vuelvan a sus bases”, dijo en un comunicado el portavoz del Departamento de Defensa de EU, el contraalmirante John Kirby. En tanto, fuentes ucranianas reportaron que Rusia dio un ultimátum para rendirse en la península en disputa o enfrentar un ataque militar, al tiempo que las fuerzas rusas comenzaron a trasladar soldados en embarcaciones a Crimea.

Mientras el embajador de Rusia ante la ONU, Vitali Churkin, dijo ante el Consejo de Seguridad que Moscú envió tropas a Crimea por solicitud del derrocado presidente Viktor Yanukovich, para proteger a los civiles, en Washington, Obama adelantó que su gobierno estudia una serie de sanciones políticas y económicas que incluyen la suspensión de los preparativos de la cumbre del G-8 en Sochi, previsto para junio entrante.

“El tiempo demostrará que esta acción va a ser muy costosa para Rusia... que no puede mandar soldados a Crimea impunemente”, precisó Obama, que enfrenta roces mal simulados con sus aliados europeos y un fuego amigo desde las filas del Partido Republicano, que le acusa de haber degradado el poder y la credibilidad de EU como potencia.

El presidente de la Cámara Baja, John Boehner, dijo en una entrevista al diario The Enquirer que se ha llegado a “ese punto” en que la administración Obama debe tomar medidas adicionales e imponer sanciones a Rusia. “Es hora de hacer frente a Putin”, dijo Boehner, quien calificó al mandatario ruso de “matón”.

El senador por Arizona John McCain dijo a su vez que “Rusia invadió Ucrania porque ya nadie cree en la fortaleza de Estados Unidos” y acusó a Obama de permanecer impasible ante las acciones de gobernantes cleptócratas (como Putin).

Obama hizo un enérgico llamado al Congreso para aprobar un paquete de ayuda a Ucrania. “Debiéramos estar en condiciones de recurrir a observadores internacionales”, apuntó.

En medio de un escenario tan convulso como volátil, el Secretario de Estado, John Kerry, mantenía sus planes de viajar hoy a Kiev para mostrar el apoyo de EU a Ucrania, mientras Obama sostenía una reunión de alto nivel con asesores militares de y de seguridad nacional, entre ellos Kerry, el secretario de Defensa, Chuck Hagel, la asesora de seguridad nacional, Susan Rice, el secretario del Tesoro, Jack Lew, y el general Martin Dempsey, aseguró un funcionario.

En consonancia con Washington, los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE), reunidos en Bruselas, también amenazaron con imponer sanciones a Rusia, tales como la suspensión del diálogo sobre una exención de visado para los rusos a territorio europeo, así como disposiciones que impliquen prohibiciones de viaje o el congelamiento de cuentas bancarias.

Crece la tensión

La Misión de Ucrania ante la ONU denunció en una carta al Consejo de Seguridad el despliegue de 16 mil soldados rusos en Crimea, por lo que pidió que este órgano la ayude a garantizar su integridad territorial. Ayer mismo, un portavoz militar ucraniano dijo que Rusia había dado un ultimátum a las tripulaciones de dos barcos de guerra de Ucrania en Crimea, exigiendo que se entregaran inmediatamente so pena de ser detenidas.

No obstante, un oficial de la flota rusa implicada negó que se hubiera emitido el ultimátum y Washington tampoco tiene informaciones independientes que confirmen la existencia de semejante hecho.

A la vez, el servicio estatal de Guardafronteras de Ucrania (SEG) dijo que la presión de los militares rusos sobre la guardia fronteriza ucraniana en Crimea, para que se pasen al gobierno prorruso local, se ha intensificado en las últimas horas, con el empleo de la fuerza física y métodos psicológicos.

Los guardafronteras ucranianos siguen en sus puestos en el punto fronterizo “Krim” (Crimea), rodeado por un centenar de militares rusos, y en el aeropuerto de Simferopol. Además, tropas rusas bloquean la sede de la dirección regional guardafronteras de los mares Negro y Azov, los destacamentos de Simferopol y Kerch, y los puestos de la guardia marítima de Kerch y Sebastopol, según las autoridades ucranianas. También se han hecho con el control total del puerto de Kerch, conexión marítima entre Crimea y Rusia a través del estrecho de Kerch.

Más de cinco mil efectivos de las Fuerzas Armadas de Ucrania se han subordinado a la república autónoma, aseguró ayer un portavoz de las autoridades crimeanas en declaraciones a la agencia rusa Interfax.

Rusia incluso ordenó la construcción de un puente estratégico que una el sur ruso con la península ucraniana del Mar Negro.

La Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa llamó entretanto a Rusia a respetar la integridad territorial de Ucrania y propuso formar un grupo de contacto internacional para Ucrania que actúe como mediador. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió en contra de que se agrave la crisis.

En Moscú, un grupo de 16 diputados de la Cámara Baja registró un proyecto por el que la Federación Rusa se anexiona la península ucraniana de Crimea con el pretexto de proteger a sus ciudadanos, en su mayoría rusos étnicos, informaron hoy medios locales. (Con información de agencias)