Sao Paulo.— Los círculos de poder en Estados Unidos tienen “cierto favoritismo” por el candidato opositor brasileño Aécio Neves, afirmó ayer en Sao Paulo el presidente emérito del centro de estudios estadounidense Inter-American Dialogue, Peter Hakim.

“Aécio tiene cierto favoritismo en Estados Unidos, pero sé que Estados Unidos no ve un cambio inmediato enorme” en caso de que el opositor derrote el domingo a la presidenta Dilma Rousseff en la segunda vuelta electoral, dijo Hakim.

El académico especializado en Brasil reveló que escuchó de un funcionario del Departamento de Estado norteamericano la palabra “adversarios” para referirse al gobierno brasileño, luego de la crisis abierta por el espionaje estadounidense contra la presidenta Rousseff y de la estatal Petrobras, denunciados por el ex analista de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) Edward Snowden.

El escándalo provocó la cancelación de una visita de Estado de Rousseff en 2010 a su colega Barack Obama.

Según Hakim, “no será fácil cambiar” el ritmo de la relación, pero, a su juicio, dentro del gobierno de Washington “sería más fácil con Aécio Neves”.

En ese sentido, citó al consultor, ex presidente del Banco Central y candidato a ministro de Hacienda de Neves, Armimio Fraga, de quien dijo que “tiene muchos admiradores” en Washington. Aseguró que oficialmente EU “se ha quedado quieto” en las elecciones brasileñas, ya que en América Latina cuando un candidato recibe la oposición oficial de Washington “crea más apoyo interno” entre su población.

Rousseff ha ganado terreno pero sigue inmersa en una feroz batalla con Neves para la segunda vuelta de las elecciones del 26 de octubre, de acuerdo con los más recientes sondeos.

A los inversionistas brasileños les preocupa la política económica de la mandataria, en un país que enfrenta una economía con un lento crecimiento, la subida de los precios al consumidor y el deterioro de las finanzas públicas. Guido Mantega, el ministro de Hacienda más veterano de Brasil, planea dimitir en diciembre, pero analistas creen que, nombre a quien nombre si gana este domingo, Dilma seguirá dictando la política económica del país. Agencias