Enfurece a China ofrenda de Japón en santuario
Tokio.— El primer ministro japonés, Shinzo Abe, envió ayer una ofrenda ritual al santuario Yasukuni en Tokio, un hecho que generó una airada reacción de China y Corea del Sur en momentos en que el político nipón busca reunirse con los líderes de estos países para mejorar las tensas relaciones.
El templo es visto por China y Corea del Sur como un símbolo del pasado militarismo de Japón, porque honra a líderes castrenses que fueron condenados como criminales de guerra.
Partes de China fueron ocupadas por Japón antes y durante la Segunda Guerra Mundial y en Corea del Sur aún persisten los amargos recuerdos de la colonización nipona entre 1910 y 1945.
Un grupo de legisladores japoneses presentaron sus respetos en el santuario, mientras que Abe envió un pequeño árbol masakaki.
China expresó una “seria preocupación” tras la ofrenda de Abe.
“China reitera que sólo a través de una profunda y seria reflexión de Japón sobre su historia de invasión y de que se distancie claramente de su militarismo, las relaciones China-Japón pueden resultar en un desarrollo saludable”, dijo el portavoz de la cancillería china Hong Lei en un comunicado.
Corea del Sur, en tanto, dijo que deploraba la ofrenda de Abe al santuario, al que llamó “símbolo de la exaltación de la invasiva guerra y colonización de Japón”. “Japón debería pasar a un futuro brillante basado en una seria reflexión sobre el pasado, no quedarse en el oscuro pasado”, dijo el portavoz de la Cancillería surcoreana.
La expectativa ha crecido en Japón por una posible reunión entre Abe, quien enfureció a Beijing y Seúl al visitar el templo en persona en diciembre del 2013, y el presidente chino Xi Jinping el próximo mes durante la cumbre de líderes de Asia-Pacífico en Beijing.
Las señales de una mejora en las relaciones han aumentado ya que ambos lados reconocen que la tensión afectaba negativamente a los negocios en la segunda y tercera economía más grandes del mundo. Reuters