Enfermera española de ébola deja hospital; defiende Sanidad
Video. La auxiliar de enfermería Teresa Romero aseguró no saber qué falló para resultar contagiada por ébola, pero ha dicho no guardar rencor ni reproches; confía en que su contagio sirva para que se estudie mejor la enfermedad
SALIDA. Teresa Romero fue dada de alta ayer en el Hospital Carlos III, donde pasó un mes recuperándose del virus del ébola, que contrajo al atender a su connacional Miguel Pajares, quien murió de la enfermedad. (Foto: ANDRES KUDACKI / AP )
Madrid.— Después de estar un mes ingresada y 25 días aislada en el hospital Carlos III de Madrid enferma de ébola, la auxiliar de enfermería Teresa Romero fue dada de alta ayer.
Sin embargo, antes de abandonar el hospital en silla de ruedas y despedirse, entre lágrimas y aplausos de los compañeros que la han cuidado durante todo este tiempo con aparatosos trajes para evitar el contagio, compareció ante los medios de comunicación. Y lo hizo en una multitudinaria sala del hospital en la que leyó un comunicado visiblemente emocionada y sin contestar preguntas.
Agradeció a todos los que la apoyaron en este duro trance, desde su familia hasta el personal sanitario e incluso las personas de la limpieza del hospital; luego defendió la sanidad española como “la mejor del mundo pese a la nefasta dirección política”.
Teresa Romero fue el primer caso de contagio de ébola fuera de África. Ocurrió mientras cuidaba al misionero español Manuel García Viejo, quien enfermó en Liberia y fue trasladado a España por decisión del gobierno de Mariano Rajoy. “No sé lo que falló, ni siquiera sé si falló algo... Sólo sé que no guardo rencor, ni reproches”, aseguró Teresa en referencia a las declaraciones del consejero de Sanidad de la comunidad de Madrid, Javier Rodríguez (Partido Popular), quien le acusó de haber sido la culpable del contagio.
“Yo me ofrecí voluntaria para ayudar, aun a riesgo de poner en peligro mi vida”, recordó. “Si mi contagio sirve para algo, para que se estudie mejor la enfermedad y pueda ayudar a encontrar una vacuna o si mi sangre sirve para curar a otras personas, aquí estoy”, añadió.
Sobre las posibles acciones legales que anunció su marido que iban a tomar contra las autoridades políticas y sanitarias, Romero dijo que serán sus abogados quienes anunciarán los pasos que van a tomar. Ahora sólo piensa en descansar. “Estoy débil y necesito tiempo para recuperarme”, señaló.
También habló sobre su perro Excalibur, al que consideraba “el hijo que nunca tuvimos” y que fue sacrificado sin que ella lo supiera. “Se perdió una gran oportunidad científica para estudiar la enfermedad”.
En tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) corrigió la cifra de casos de ébola hacia abajo e informó que en total son 13 mil 42.
El viernes pasado, la OMS había hablado de 13 mil 567 casos posibles o confirmados y de os 4 mil 951 muertos. Ayer la organización precisó que se han perdido 4 mil 818 vidas. Los países más afectados por el brote de ébola son Liberia, Sierra Leona y Guinea. Con información de DPA