KUALA LUMPUR (Agencias).— La policía registró ayer la vivienda del piloto del avión de Malaysia Airlines desaparecido hace una semana con 239 personas a bordo cuando cubría el vuelo MH370 de Kuala Lumpur a China, luego de que el gobierno malasio confirmara que el aparato parece haber sido desviado deliberadamente después de que alguien a bordo apagó sus sistemas de comunicaciones.

Sin embargo, el primer ministro malasio, Najib Razak, se negó a definir lo ocurrido al avión como un secuestro. “A la vista de los últimos hallazgos, las autoridades malasias han reenfocado su investigación en la tripulación y los pasajeros a bordo”, dijo.

“Pese a las informaciones de prensa sobre un secuestro del avión, quiero ser muy claro, aún estamos investigando todas las posibilidades sobre lo que provocó la desviación del MH370”, añadió.

Los investigadores creen que una persona que pudo ser el piloto, el copiloto, o alguien con conocimiento detallado de cómo volar y navegar un gran avión, apagó los sistemas de comunicación del avión. Según un funcionario estadounidense, los servicios de inteligencia en Washington se inclinan a pensar que el piloto y el copiloto son de alguna manera responsables de la desaparición del avión.

El Sistema de Comunicaciones para Información y Remisión de Aeronaves (ACARS), que transmite datos del avión a estaciones terrestres, fue desactivado tras el despegue de Kuala Lumpur y poco antes de llegar a la costa este de Malasia, dijo Najib,

El segundo aparato, el transpondedor —que envía información automática sobre el número de vuelo, posición, velocidad o altura, utilizado por los controladores— fue desconectado poco después, lo que indica una “acción intencionada de alguien a bordo del avión”.

Después, el aparato “dio la vuelta” e inició una ruta con destino desconocido en dirección noroccidental, volando siete horas más. Informaciones satelitales muestran que la última comunicación del vuelo MH370 fue a las 8:11 (hora local) del 8 de marzo. Najib dijo que el análisis de la última comunicación del avión con los satélites lo ubicaba en algún lugar en uno de dos corredores: el que va del norte de Tailandia a la frontera entre Kazajistán y Turkmenistán, o el que va de Indonesia al vasto Océano Índico sur.

Ante los nuevos datos, las operaciones de búsqueda de barcos y aviones de más de una docena de países fueron canceladas en el Golfo de Tailandia y el Mar de China Meridional.

La policía malasia allanó la casa del capitán de 53 años del avión perdido, el malasio Zaharie Ahmad Shah, en busca de evidencia que demuestre que pudiera haber estado involucrado en algún “juego sucio”. Hasta ahora, no han aparecido detalles de pasajeros —la mayoría de ellos chinos— o tripulantes con vínculos de militancia o problemas psicológicos que expliquen un posible sabotaje.

Expertos señalan que lo ocurrido al avión revela grandes vacíos en la defensas regionales, y quizás de áreas más amplias. “Muchas naciones se avergonzarían de lo fácil que es traspasar su espacio aéreo”, dijo el vicemariscal del aire Michael Harwood, piloto retirado de la Real Fuerza Aérea Británica y ex agregado de Defensa en Washington DC.

Muchos países no mantienen operativas sus instalaciones de radar en todo momento debido a los altos costos. Ello podría explicar por qué no se detectó al Boeing 777 en las instalaciones en las islas Andamán y Nicobar de la India, ni en otras zonas.