Ciudad del Vaticano.— El papa Francisco y el Vaticano tuvieron un papel fundamental en las negociaciones para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, así como para la liberación de prisioneros en los dos países, según se desprende de un comunicado del propio Vaticano y declaraciones del embajador estadounidense ante la Santa Sede.

En un comunicado, la Santa Sede acogió con gran satisfacción el hecho de que los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Cuba, Raúl Castro, hayan agradecido públicamente al papa Francisco su mediación que, junto con la del gobierno de Canadá, según los mandatarios, contribuyó a la firma del acuerdo con el que estos dos países restablecieron finalmente sus relaciones diplomáticas, interrumpidas hace más de 50 años por incomprensiones mutuas.

“El Santo Padre se complace vivamente por la histórica decisión de los gobiernos de Estados Unidos y de Cuba de establecer relaciones diplomáticas, con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia reciente”, dice el mensaje enviado a los dos presidentes por la sede pontificia, dado a conocer por el padre Federico Lombardi, portavoz vaticano.

El mensaje del Papa fue enviado por la secretaria de Estado Vaticano poco después de Obama y Castro agradecieran al Pontífice argentino haber facilitado el diálogo entre sus diplomacias, diálogo que propició el histórico anuncio de la reanudación de las relaciones entre estas dos naciones.

Según fuentes de la secretaría de Estado vaticano, en el curso de los últimos meses el Papa escribió Castro y a Obama, “invitándoles a resolver cuestiones humanitarias de común interés, como la situación de algunos detenidos, para dar inicio a una nueva fase de las relaciones entre las dos partes”.

Acogiendo en el Vaticano el pasado mes de octubre a las delegaciones de los dos países, agregó la misma fuente, “la Santa Sede ha querido ofrecer sus buenos oficios para favorecer un diálogo constructivo sobre temas delicados, del que han surgido soluciones satisfactorias para ambas partes”.

“Un funcionario de alto rango del Vaticano también jugó un rol importante en este momento histórico, al reunirse con delegaciones de Cuba y EU en octubre para ayudar a llevar las negociaciones a una conclusión exitosa”, dijo embajador estadounidense ante el Vaticano Kenneth Hackett.

El cardenal cubano Jaime Ortega también jugó un rol significativo en las negociaciones para la liberación de Alan Gross, encarcelado cinco años en Cuba dijo el senador demócrata estadounidense Richard Durbin.

El Vaticano también anuncio que continuará apoyando las iniciativas que las dos naciones emprenderán para “acrecentar sus relaciones bilaterales y favorecer el bienestar de sus respectivos ciudadanos”.

Ayer se supo que el Papa encargó al jefe de la diplomacia vaticana, cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, seguir de cerca el último tramo de las conversaciones reservadas que ambas partes habían iniciado hace 18 meses en Canadá. Con información de agencias