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Análisis. El ocaso de la corona

Enrique Berruga Filloy| El Universal
Martes 03 de junio de 2014

El rey Juan Carlos debió abdicar hace dos años. La acumulación de escándalos hizo que la monarquía pasara del primer lugar de apreciación entre españoles, al sexto. Hizo bien en aguantar Juan Carlos estos años de refriega mediática y política, de absorber personalmente los golpes, pues de haber abdicado en esos momentos, lo más probable es que la monarquía como institución habría pasado a mejor vida.

Juan Carlos encarna un reinado que ha ido de más a menos. En su primera etapa se le asoció con el nacimiento de la democracia española, tras la muerte de Franco. Las tres décadas siguientes se desarrollaron entre el protocolo, una secreta acumulación de riquezas y el papel nada despreciable de rey-promotor de negocios.

El deterioro de la imagen de la Casa Real se acentuó con una sucesión de escándalos que aún no terminan de dilucidarse. Cuando más arreciaba la crisis económica en España, el rey Juan Carlos partió a Botsuana en una costosa expedición de cacería de elefantes. El rey se disculpó. Surgió entonces el caso Noos, un sofisticado esquema de lavado de dinero y de defraudación fiscal que primero involucró al yerno del rey, Iñaki Undargarin, y más tarde a su esposa, la infanta Cristina.

Luego The New York Times publicó que el patrimonio de Juan Carlos ascendía a cuando menos 1.8 miles de millones de euros, además de yates, una isla y una colección de autos de lujo.

El príncipe de Asturias se convertirá en Felipe VI, pero la abdicación de Juan Carlos ha lanzado a las calles a miles de españoles que demandan un referéndum para decidir si España debe seguir siendo una monarquía o debe convertirse en una república. En Cataluña y en el País Vasco se han reavivado los sentimientos separatistas.

Juan Carlos de Borbón es el tercer monarca europeo que abdica en esta década. Por ello, la pregunta esencial para los españoles no es tanto si Felipe será o no un buen rey, sino si la institución de la monarquía tiene cabida y sentido en la España contemporánea.

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