Crisis en Ucrania tensa al G20
En medio de las desacuerdos y disputas internacionales, algunos de los líderes que asistieron a la cumbre del Grupo de los 20, que reúne a países industrializados y emergentes, se dieron un tiempo para familiarizarse con uno de los animales más representativos de Australia, los koalas.. (Foto: REUTERS )
Brisbane.— Los líderes occidentales advirtieron el sábado a Vladimir Putin en la cumbre del Grupo de 20 países desarrollados y emergentes (G20) que Rusia se arriesga a nuevas sanciones económicas sino pone fin al respaldo a los rebeldes separatistas en Ucrania.
Rusia negó cualquier implicación en una escalada en la guerra separatista en el este de Ucrania, donde más de 4 mil personas han muerto desde abril, pero enfrentó fuertes reproches de varios líderes mundiales, entre ellos el presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro canadiense, Stephen Harper.
“Creo que voy a darle la mano, pero sólo tengo una cosa que decirle: tiene que salir de Ucrania”, dijo Harper a Putin en la cumbre que se realiza en Brisbane, Australia, según su portavoz Jason MacDonald. La respuesta de Putin a la observación no fue positiva, dijo MacDonald en un correo electrónico, sin dar más detalles.
Una fuente de la delegación de Putin dijo a Reuters que el presidente de Rusia dejaría la cumbre anticipadamente, saltándose un desayuno de trabajo del domingo, debido a que tenía que regresar a Moscú para sostener unas reuniones. Pero el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, negó cualquier plan de este tipo: “Esto es erróneo. El presidente está participando en todos los eventos (del G20)”.
Obama dijo que Estados Unidos estaba a la vanguardia en la “oposición de la agresión de Rusia contra Ucrania, que es una amenaza para el mundo”. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo por su parte que la Unión Europea (UE) estaba considerando imponer más sanciones financieras contra ciudadanos rusos a causa de la crisis en Ucrania. “La situación actual no es satisfactoria”, dijo a periodistas.
El aislamiento de Putin se hizo evidente en la fotografía oficial de líderes del G20, donde fue ubicado lejos de los principales líderes. A pesar de la evidente presión, Putin era todo sonrisas y estrechó la mano del primer ministro australiano, Tony Abbott.
Aunque los debates entre los mandatarios del G20, que reúne a los principales países desarrollados y emergentes, giraron en torno a la preocupación por el escaso crecimiento que se registra en el mundo pese a que ya pasaron seis años desde el inicio de la crisis financiera global, al final, como ocurriera el año pasado con Siria, Ucrania proyectó su sombra sobre los principales líderes mundiales.
Un periódico sensacionalista local eligió incluso para su portada la imagen de un oso con un gorro ruso y un canguro preparados para enzarzarse en una lucha. Y la prensa australiana en general publicó en detalle la presencia de cuatro barcos rusos que se situaron muy cerca de Australia en un gesto considerado inquietante, aunque sea absolutamente legal y hasta cierto punto habitual.
Fuentes de la UE informaron que el G20 dedicará una parte significativa de su comunicado final al cambio climático y respaldará un plan contra la corrupción. Australia, anfitriona de la cumbre del G20, había buscado mantener el cambio climático fuera de la agenda principal para enfocar la reunión en asuntos estrictamente económicos, contra lo que quería EU.
El G20 quiere conseguir antes de 2018 un crecimiento de dos puntos porcentuales más sobre el objetivo previsto en los cálculos del Fondo Monetario Internacional (FMI) de octubre de 2013. Eso equivaldría a dos billones de dólares más de PIB y más de 20 millones de nuevos puestos de trabajo, según estas previsiones. El problema es que, entre otras cosas por las numerosas crisis internacionales como Ucrania o Siria, las previsiones están yendo a peor en vez de mejorar. Agencias