Corte Suprema de EU rechaza recursos contra bodas gay
Nicoles Pries y Lindsey Oliver se besan afuera de una corte en Richmond, luego de ser la primera pareja gay en casarse en el estado de Virginia el lunes. (Foto: JAY PAUL REUTERS )
Washington.— En una sorpresiva decisión, la Suprema Corte de Estados Unidos rechazó ayer la revisión de cinco demandas de apelación contra matrimonios entre personas del mismo sexo en Indiana, Oklahoma, Utah, Virginia y Wisconsin.
La medida, en medio de un intenso debate a favor y en contra del matrimonio gay y a casi un mes de unas elecciones legislativas que podrían suponer una importante victoria para los republicanos, se convertirá en el corto plazo en una suerte de tsunami de legislaciones estatales a favor de este tipo de uniones, que ya son legales en 19 estados, pero que se extenderían hasta más de 30.
La decisión de la Suprema Corte estadounidense de mantenerse al margen de la batalla legal que enfrentan las parejas del mismo sexo en al menos 5 estados ha sumido en la perplejidad a expertos legales incapaces de entender la omisión del máximo tribunal ante un tema que sigue dividiendo al país.
“La negativa del Tribunal Supremo para revisar todos los casos pendientes me parece sumamente irresponsable. Supone una enorme abdicación del deber por parte de al menos seis jueces”, consideró Ed Whelan del Centro de Políticas Públicas.
Desde la Casa Blanca, su portavoz reaccionaba ayer con extrema cautela al asegurar que el presidente Barack Obama se abstendrá de valorar la decisión del alto tribunal. “No tenemos ningún comentario al respecto”, se limitó a señalar Josh Earnest, vocero de la Casa Blanca.
Un lobby cada vez más fuerte. En este sentido, la decisión de la Suprema Corte reveló ayer el creciente poder del lobby gay, que se ha convertido en una fuerza con creciente peso en las campañas electorales.
A pesar de que la resolución del máximo tribunal tiene un carácter provisorio, la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual de Estados Unidos (LGBT) festejaba la decisión, a la que calificó como un avance en la lucha por la igualdad de derechos para todas aquellas parejas del mismo sexo que han sido tratadas como ciudadanos de segunda. “Estamos encantados de escuchar que las parejas del mismo sexo, que pronto serán capaces de casarse en treinta estados, el Distrito de Columbia, y diez jurisdicciones de americanos nativos, se beneficiarán de esta medida mientras la Suprema Corte toma una decisión definitiva”, aseguro Rea Carey, la directora ejecutiva de la Coalición Nacional Gay en Estados Unidos.
Aunque la postura de la Suprema Corte tiene un carácter provisional, el hecho de abstenerse de un fallo supone una victoria tácita para la comunidad gay.
“La gente debe decidir”. A pesar de esta decisión, que abrirá las puertas a la legalidad de los matrimonios gay en más del 50% de la nación, los defensores de la familia tradicional advirtieron que no piensan bajar la guardia y proseguirán desafiando las resoluciones a favor de la unión entre personas del mismo sexo.
“La gente y no las cortes deberían decidir este asunto”, consideró Byron Babione, de la organización Alliance Defending Freedom.