JERUSALÉN (Agencias).— El hallazgo, ayer, del cadáver de un adolescente palestino en un bosque cerca de Jerusalén Oriental causó fuertes enfrentamientos entre la policía israelí y residentes palestinos de la ciudad, con un saldo de unos 60 heridos, dos días después de que los cuerpos de tres jóvenes israelíes fueran encontrados en Cisjordania.

Decenas de palestinos en Jerusalén Oriental respondieron al descubrimiento del cuerpo del joven palestino arrojando piedras y cocteles molotov contra las fuerzas israelíes, prendiendo fuego a neumáticos y contenedores de basura y destruyendo tres estaciones de tren. La policía disparó granadas para aturdir y balas de goma, indicaron testigos, quienes agregaron que un corresponsal y un camarógrafo de la televisión palestina resultaron levemente heridos.

Unas 60 personas recibieron tratamiento médico.

Los parientes de Muhammad Hussein Abu Khdair, del campo de refugiados de Shuafat, dijeron que el joven de 16 años fue secuestrado frente a su casa al amanecer. Según contaron, los ocupantes de una furgoneta blanca se lo llevaron y lo trasladaron hasta un camino que lleva a Tel Aviv. Su cadáver fue encontrado más tarde en el bosque. La policía israelí confirmó a la familia de Abu Khdair que el cuerpo es el de su hijo.

“Alguien entró corriendo en la casa para decir que uno de los niños había sido arrastrado a una furgoneta blanca, así que la madre (de Mohamed) llamó a la policía”, dijo la prima, Naima.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió ayer calma tras el hallazgo del cadáver del palestino. “El primer ministro llama a todas las partes a no tomarse la justicia por su mano”, dijo su oficina en un comunicado en el que Netanyahu califica lo ocurrido de “asesinato despreciable”.

“Israel es un Estado de derecho y todo el mundo debe actuar según la ley”, advirtió, y pidió a los cuerpos de seguridad que actúen “lo más rápido posible” para investigar lo ocurrido. Las autoridades indagan la posibilidad de que colonos hayan asesinado al joven.

El presidente palestino, Mahmud Abbas, también condenó el secuestro y asesinato del adolescente palestino y pidió al gobierno israelí que castigue a los culpables. “Si el gobierno de Israel quiere realmente la paz tiene que castigar a los criminales y poner fin a estos ataques diarios por parte de colonos contra el pueblo palestino”, dijo en Ramalá.

El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, calificó el crimen de “despreciable y sin sentido”. Al mismo tiempo, funcionarios y agencias de la ONU llamaron a la calma tanto a Palestina como a Israel.

Los palestinos creen que el crimen podría ser un acto de venganza por el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes en Cisjordania. La familia de Naftali Frankel, uno de los tres jóvenes israelíes, condenó el asesinato del joven palestino. “No hay diferencia entre una sangre y la otra. El asesinato es asesinato, más allá de la nacionalidad y la edad”, dijo Yishai Frankel, su tío.

Anoche se registraron nuevos enfrentamientos en Jerusalén Oriental, en los que decenas de jóvenes palestinos lanzaron piedras y pirotecnia contra la policía israelí. Dos edificios y neumáticos fueron incendiados.