Chiítas exhiben fuerza ante la amenaza sunita en Irak
BAGDAD. Voluntarios de las "Brigadas de Paz" desfilan en el bastión chiíta de Ciudad Sader, donde prometieron defender de los sunitas sus lugares sagrados. (Foto: KARIM KADIM / AP )
BAGDAD (Agencias).— Miles de milicianos chiítas, fuertemente armados, desfilaron ayer por diversas ciudades iraquíes mientras que combatientes sunitas tomaron el control de dos localidades estratégicas en lo que parece ser una nueva ofensiva en la provincia de Anbar, en el oeste del país.
La captura de las dos localidades —Qaim, en la frontera con Siria, el viernes, y Rawah, en la ribera del Éufrates, ayer— asestó un nuevo golpe al gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki, que no ha logrado contrarrestar los avances de los extremistas islámicos y sus aliados, los cuales han capturado grandes franjas de la región norte, incluida Mosul, la segunda ciudad más grande en Irak.
Mientras tanto, en combates en Tikrit murieron cerca de 90 personas, entre ellas militares y policías, según dijeron fuentes médicas.
Sin embargo, en medio de crecientes reclamos para que Al-Maliki converse con los kurdos y sunitas descontentos, la exhibición de armas pesadas que hicieron los combatientes chiítas es un indicio de que fuerzas más allá del control de Bagdad podrían llevar el conflicto hacia un enfrentamiento sectario.
Los desfiles estuvieron a cargo de seguidores del clérigo Muqtada al-Sader, que alguna vez encabezó una poderosa milicia que luchó entre 2006 y 2008 contra la invasión de Estados Unidos.
Los militantes sunitas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS) han controlado desde enero la ciudad de Faluya, en Anbar, y partes de Ramadi, la capital provincial. La vasta provincia de Anbar se extiende desde el perímetro occidental de Bagdad hasta Jordania y Siria.
En tanto, la televisora CNN informó de la llegada a Bagdad del primer grupo del comando especial de hasta 300 soldados que Washington va a enviar a Irak para llevar a cabo funciones de asesoramiento.