Barcelona.— Este domingo está prevista la celebración en Cataluña de una consulta participativa en la que se preguntará a los ciudadanos si quieren que se celebre un referéndum sobre la independencia de dicha comunidad autónoma y si votarían a favor o en contra. Sin embargo, la realidad es que todavía no se sabe si dicha consulta, que aunque se celebre no tendrá valor legal ni será vinculante, se va a poder llevar a cabo.

En un principio el presidente de la Generalitat (gobierno autónomo catalán) Artur Mas quería hacer un referéndum, pero el gobierno conservador de Mariano Rajoy lo consideró anticonstitucional y presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional (TC) que decidió suspenderlo.

Mas decidió cambiar el referéndum por lo que llamó “consulta participativa”, consulta que también fue recurrida por el Ejecutivo y suspendida una vez más por el TC. Así que a tres días de que se celebre, no se sabe si realmente se va a celebrar o no. No se sabe si el presidente de Cataluña desafiará al gobierno de Rajoy y sacará las urnas a la calle, ni si Rajoy utilizará a las fuerzas de seguridad para impedirlo. Priva la incertidumbre.

Sin propaganda

El gobierno de Mas no ha podido poner en marcha la publicidad institucional que ha sido suspendida por el TC. Por eso en las calles de ciudades como Barcelona no hay carteles que recuerden la votación del domingo ni que animen al voto, como tampoco hay publicidad institucional en los medios de comunicación.

Sólo en determinados lugares de la ciudad se pueden ver carteles ondeando de las fachadas de algunos organismos privados recordando la consulta y animando a los ciudadanos a votar, y también casetas de información en los que voluntarios de las organizaciones Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Omnium Cultural explican a los ciudadanos cómo hacerlo.

El gobierno de la Generalitat no puede intervenir; tampoco se podrá votar en edificios gubernamentales o escuelas o colegios públicos que no se hayan ofrecido voluntarios para hacerlo. Y todos aquellos funcionarios públicos que colaboren, lo harán de manera voluntaria.

Según la Asamblea Nacional Catalana son 20 mil los voluntarios que están trabajando desde el miércoles en los preparativos de la consulta. Ayer repartían un periódico gratuito con toda la información referente a la consulta en distintos puntos del centro de la ciudad.

Además, en la céntrica Plaza de Cataluña apuntaban en un listado a todos aquellos que quieren votar y les explicaban cómo y dónde hacerlo. Desde un call center montado en la sede de Omnium Cultural, hacían llamadas de teléfono para informar a cada persona dónde le corresponde votar con el objetivo de llegar a la mayor cantidad de gente posible.

Cataluña tiene 7 millones de habitantes y 5 de ellos tienen derecho a votar; pero al no poder utilizar el censo electoral, ya que se violaría la Ley de Protección de Datos, hay que convocar persona por persona usando la guía de teléfono.

A sus 82 años el empresario jubilado Pep Colomer es uno de estos voluntarios. Defiende la independencia de Cataluña por cuestiones históricas, culturales y económicas. Y asegura que mientras Cataluña da al estado español 17 mil millones de euros sólo recibe la mitad.

“Si fuéramos independientes tendríamos más dinero para hacer hospitales, colegios, universidades”, asegura a EL UNIVERSAL. “Cataluña es una comunidad muy rica y podríamos vivir solos porque económicamente no necesitamos al resto de España. Al contrario, nos iría mejor, así que por eso defiendo la independencia. La pena es que yo no la veré, pero algún día llegará y me conformo con que mis hijos y mis nietos la vivan”.

Gloria Campabadal es otra de estas voluntarias. Nacida en Barcelona hace 56 años también está convencida de que la independencia de Cataluña es lo mejor para dicha comunidad autónoma. Y no le importa dedicar parte de su tiempo a hacer llamadas de teléfono desde el Call Center para informar a la gente.

En charla con EL UNIVERSAL cuenta que lleva dos horas en las que ha hablado con unas 15 personas, y que se ha encontrado con contestaciones de todo tipo. “Desde gente que me ha atendido muy amablemente y me ha dicho que pensaba votar y que ya se había informado de cómo hacerlo, hasta otras personas que me han respondido que no pensaban votar porque se consideraban españolas y no estaban de acuerdo con la consulta”.

El sistema de votación es sencillo. Dependiendo de la dirección postal que aparezca en el Documento Nacional de Identidad se asigna un lugar de votación. Para evitar que una persona vote dos veces, en cada punto de votación habrá una computadora en la que se incluirán los datos de la persona que vota que irán directamente a la base de datos general.

Campabadal explica que los únicos requisitos para votar son tener más de 16 años y un Documentos Nacional de Identidad en el que ponga un domicilio de Cataluña. No importa que la persona no viva en dicha comunidad autónoma. Podrá votar incluso si no está en España ya que se han habilitado sedes en 19 países, entre ellos México, en las que los ciudadanos sólo necesitarán mostrar su DNI en el que ponga su domicilio en Cataluña.

Sin embargo, se da la paradoja de que si es catalán pero vive en alguna otra comunidad española no podrá votar porque no se han habilitado lugares para ello. Si vive en Cataluña pero en su DNI pone un domicilio de otra comunidad autónoma, tampoco podrá ejercer su derecho al voto. “Como le ha pasado a una chica de China que me ha dicho que quería votar a favor de la independencia porque quiere mucho a los catalanes y les quiere ayudar, pero que no podía hacerlo porque todavía no tiene DNI, sólo pasaporte y con el pasaporte no se puede votar”. Tampoco se podrá votar por correo.

Como Gloria, ayer había otras 41 personas haciendo llamadas de teléfono en el Call Center. Y según datos de Andreu Porta, miembro del Comité Permanente de ANC, hasta las 9 de la noche que cerró el Call Center se logró llamar a unas 400 mil personas. Unas 50 por hora. Mañana las llamadas seguirán hasta las 3 de la tarde. Luego los voluntarios se ocuparán de preparar los mil 255 locales de votación, las 6 mil 430 mesas y las más de 8 mil urnas, distribuidos en 938 municipios de los 947 existentes en Cataluña.

Se podrá votar en todos los municipios de Cataluña salvo en cinco: Pontons (Barcelona), Arras, Bausen y Canejan (Lleida); y Horta de Sant Joan (Tarragona). Aunque Convergencia i Unió ya ha anunciado que pondrá autobuses para trasladar a los ciudadanos que quieran participar en esta consulta ciudadana.

Mientras llega el domingo ayer por tercer día consecutivo cientos de personas protestaron en Barcelona con una cacerolada contra la suspensión del proceso participativo. Convocados desde las redes sociales y por partidos políticos a favor de la consulta, a las diez en punto de la noche volvieron a hacer sonar cazos y sartenes desde sus balcones, ventanas y terrazas durante un par de minutos para acabar con un sonoro aplauso.