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El gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), saludó la decisión de Cuba y Estados Unidos de normalizar sus relaciones diplomáticas, acción que es consecuente, dijo, con la posición histórica mexicana de buscar soluciones pacíficas a las controversias y promover la paz en el hemisferio.

Se informó que ayer el canciller mexicano, José Antonio Meade Kuribreña, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, con quien celebró el anuncio de los presidentes Barack Obama y Raúl Castro para el restablecimiento de relaciones bilaterales. “Ambos funcionarios se refirieron al papel que América Latina y, en especial México, ha jugado históricamente en la relación con los dos países”, aseguró la Cancillería mexicana en un comunicado.

“Se reconoció la posición histórica de México frente a Cuba, basada en los principios de autodeterminación y solución pacífica de los conflictos”, agrega el texto. Meade comentó que México reconoce el sentido histórico de la decisión tomada por los dos gobiernos y su determinación de abrir, próximamente, respectivas embajadas.

El rol de Canadá

Canadá participó de manera directa en las negociaciones entre Cuba y EU para que ambas naciones logren dar un nuevo giro en sus relaciones diplomáticas y económicas, pues allí fue donde se realizaron, a petición del gobierno estadounidense, la mayoría de los encuentros entre altos funcionarios.

De acuerdo con fuentes oficiales, Canadá, a petición de EU, participó de manera directa en las negociaciones entre ese país y Cuba, pero no fue mediador, pues todas las pláticas se hicieron con El Vaticano.

No obstante, de acuerdo con representantes estadounidenses citados por la cadena pública CBC, Canadá jugó un papel clave en el acercamiento entre EU y Cuba al ser el facilitador de las discusiones, pues allí se realizaron la casi totalidad de los encuentros entre los altos funcionarios cubanos y estadounidenses. El primer ministro Stephen Harper confirmó después que “Canadá tuvo el placer de acoger a los altos funcionarios de EU y Cuba, lo que les permitió tener la discreción necesaria para llevar a cabo estas importantes discusiones”.

A Robert Wright, profesor de historia en la Universidad Trent, en la provincia canadiense de Ontario, no le sorprendió la participación de Canadá en las negociaciones, pues el país siempre ha tenido una buena relación con Cuba. Wright comentó que las relaciones entre Cuba y Canadá son buenas porque “los canadienses no siguieron la política estadounidense a principios de los años 60 y nunca se rompieron las relaciones diplomáticas con Cuba ni tampoco avaló un embargo económico sobre Cuba”.