SAO PAULO (Agencias).— La policía y manifestantes se enfrentaron ayer en Brasil, horas antes de la inauguración del Mundial de Futbol, dejando al menos cinco heridos, entre ellos un fotógrafo de la agencia de noticias AP y una productora de la cadena televisiva CNN. La policía usó bombas de ruido y gases lacrimógenos para dispersar a 600 manifestantes que se congregaron en el este de Sao Paulo, a unos 10 kilómetros del estadio Arena Corinthians, donde se jugó el partido inaugural entre Brasil y Croacia.

Sin embargo, las protestas pasaron a segundo plano cuando millones de hinchas vestidos en amarillo canario, verde y azul, los colores de la bandera de Brasil, celebraron la victoria de su país sobre Croacia (3 a 1) en Sao Paulo, en una fiesta que parecía prolongarse toda la noche de ayer.

Pese a las preocupaciones por el tráfico y el estadio de Sao Paulo, cuya construcción fue terminada con un atraso de seis meses y no tuvo una prueba a plena capacidad antes del juego, no hubo reportes iniciales sobre problemas de logística graves en la ciudad.

Cerca de un cuarto de las luces del estadio se apagaron brevemente durante el partido, pero fueron encendidas poco después. “Pese a toda la controversia, hay un Mundial y nosotros somos brasileños. Debemos olvidarnos de todo y alentar a Brasil”, dijo Natia Souza, una hincha en el centro de Sao Paulo.

La presidenta Dilma Rousseff, quien asistió al juego y ha defendido al Mundial de las críticas de cara a su campaña para la reelección en octubre, fue abucheada reiteradamente por muchos en el estadio y por hinchas en sitios públicos donde se instalaron pantallas gigantes.

El evento se ha visto empañado por las demoras en las obras de construcción y meses de disturbios políticos, ya que muchos brasileños están molestos porque se han gastado 11 mil 300 millones de dólares para el Mundial, en un país donde los hospitales y escuelas públicas tienen muchas necesidades.

Ayer hubo protestas en muchas de las 12 ciudades de Brasil que son sede de la Copa, incluyendo Sao Paulo, Río de Janeiro y Belo Horizonte. Algunas manifestaciones congregaron a más de mil personas; en otras sólo había algunas decenas.

Los incidentes más graves tuvieron lugar en Sao Paulo, donde fueron detenidas 31 personas. En Porto Alegre, al sur de Brasil, hubo 10 detenciones, según fuentes policiales. Los manifestantes volcaron un vehículo policial y rompieron las ventanas de un banco.

En Brasilia se reportó la detención de 13 personas por posesión de drogas, piedras y cócteles molotov.

Alrededor de mil manifestantes en Río de Janeiro marcharon pacíficamente, aunque algunos quemaron banderas brasileñas y portaron consignas como “FIFA vete a casa”, refiriéndose al organismo que rige al futbol internacional.

“Las protestas estaban anunciadas hacía días. No sorprendieron a nadie. Habrá que ver ahora si las convocatorias por las redes sociales y el boca a boca crece para convertirse en un verdadero problema para el gobierno”, dijo el analista Luis Pereira.

En este marco, la justicia brasileña prohibió ayer las manifestaciones del Sindicato Municipal de Trabajadores Aeroportuarios de Río de Janeiro que perjudiquen el funcionamiento de la aviación civil o que ocupen aeropuertos de la ciudad o de su entorno.

El sindicato había decretado un paro de 24 horas para exigir un reajuste salarial y un bono vinculado al Mundial. La multa por violar la decisión judicial podría llegar a los 500 mil reales (223 mil 813 dólares) por hora de ocupación indebida y perjuicio para la aviación civil. (Con información de José Vales/Corresponsal en Sudamérica)