MILÁN (DPA).— El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, condenado por fraude fiscal, comenzó ayer a prestar servicio social en una residencia de ancianos cerca de Milán, con lo que evita una pena de cárcel.

Berlusconi tendrá que trabajar en el centro cuatro horas a la semana durante un año. Se cree que podrían terminar siendo diez meses si mantiene la buena conducta.

Vestido de manera informal, Berlusconi llegó en la mañana al centro católico Sagrada Familia en Cesano Boscone en limusina y con un pin de su partido Forza Italia en la solapa de su chaqueta azul. El complejo se encuentra a unos 40 minutos de automóvil de su villa Ancore.

A su llegada se topó con el sindicalista Pippo Fiorito, que le gritó poco antes de ser retirado del lugar por efectivos de seguridad: “Los trabajadores italianos albergamos un sueño en nuestros corazones: Berlusconi en San Vittore”, en referencia a la cárcel de Milán.

El ex primer ministro italiano pasó más de cuatro horas en el centro.

En el centro, Berlusconi tendrá que cuidar a personas mayores que sufren demencia o Alzheimer. A pesar de que los directivos de la Fundación Sagrada Familia han pedido que mantenga un bajo perfil, el político anunció recientemente su intención de dar una “sorpresa” y señaló que en las últimas semanas se informó mucho sobre nuevas terapias para los enfermos de Alzheimer.

El ex mandatario hace servicios sociales en sustitución de los cuatro años de prisión (rebajados a uno por una ley de indultos para despoblar las cárceles) a los que fue condenado por el “caso Mediaset”, por el delito de fraude fiscal en la compraventa de los derechos de películas estadounidenses en la década de 1990.