Saná.— Al menos 31 personas perdieron la vida, incluidas 20 niñas en edad escolar, en dos ataques con coche-bomba ayer en la ciudad de Rada, en el centro de Yemen. El primer atentado tenía como objetivo un puesto de los rebeldes chiítas huthi, pero el explosivo estalló cuando pasaba un autobús escolar.

Un segundo ataque iba contra “reunión de ciudadanos”. La bomba estalló delante de la vivienda de un líder houthi y dejó decenas de heridos.

Fuentes de seguridad yemenita confirmaron que el blanco del primer ataque era la casa de Abdalá Idris, líder de los combatientes de la milicia chiíta houti Ansarualá.

Oficiales yemenitas precisaron que entre las víctimas mortales había 20 menores y seis combatientes Ansarualá, mientras el resto eran adultos que estaban en el sitio de la explosión.

Hasta ayer ningún grupo extremista ha reivindicado el ataque, sobre el cual no se han pronunciado los combatientes Ansarualá, pero las autoridades estiman que fue obra de los militantes de la red Al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA).

Los combatientes de esa red extremista afirmaron hace unos días haber matado a unos 70 miembros de Ansarualá en varios ataques cometidos en la estratégica ciudad de Rada.

La milicia, que tiene el apoyo de miembros de tribus aliadas, asumieron en noviembre pasado el control pleno de Rada, la cual había estado en poder de AQPA desde principios de 2012, tras varios meses de ataques y feroces enfrentamientos.

El gobierno central de Yemen ha fallado hasta ahora en hacer frente a la amenaza terrorista, por lo que los combatientes Ansarualá han intervenido para tratar de expulsar a Al-Qaeda de varias zonas del país. Notimex y DPA