JERUSALÉN.— Un israelí muerto y cerca de 20 civiles y efectivos de seguridad heridos fue el cruento saldo de dos atentados perpetrados ayer, ambos cuando palestinos embistieron con sus vehículos a grupos de personas. El primer ataque se registró en Jerusalén y el otro en Gush Etzion, Cisjordania.

El atacante de Jerusalén fue abatido mientras que el de Gush Etzion logró abandonar el automóvil y huir hacia el campamento de refugiados El Arub, junto a Hebrón.

El primer atentado fue cometido por Ibrahim Al-Akary, de 48 años, miembro de Hamas residente en Shoafat, Jerusalén oriental, quien se desvió con su automóvil de la avenida por la que viajaba, adentrándose en las vías del tren ligero, embistiendo a civiles que transitaban por allí o esperaban el transporte. También arrolló a tres efectivos de la Guardia de Fronteras que estaban cruzando la calle. Uno de ellos murió y otras 14 personas resultaron heridas, una de gravedad.

“Fue terrible, la gente volaba por el aire por la fuerza del impacto”, contaron testigos presenciales.

Una vez que se bajó del vehículo, el agresor golpeó con un hierro a civiles que se hallaban cerca y fue baleado a muerte por la policía.

Hamas felicitó al responsable del ataque y uno de sus miembros centrales, Mushir el-Masri, dijo que “bendecimos las manos que vengan la sangre de los heridos en Al-Aqsa”, aludiendo a los enfrentamientos ocurridos horas antes, cuando la policía y jóvenes palestinos chocaron en uno de los principales lugares sagrados de Jerusalén, el Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas. Hubo 15 heridos.

En el segundo ataque, cometido ya de noche, tres soldados israelíes que se hallaban de guardia en una posición junto al camino resultaron heridos cuando un automóvil que viajaba por la carretera 60 cerca de Hebrón los atropelló.