MONROVIA (Agencias).— La policía de West Point, una barriada pobre de la capital liberiana, restauró ayer el orden, luego de que el sábado una multitud enardecida atacó un hospital y ayudó a huir a unos 17 pacientes atendidos por ébola que estaban en aislamiento. Entre los pacientes hay casos sospechosos, pero también confirmados de la enfermedad y ahora se teme que contagien el virus por toda la comunidad.

En la barriada de West Point viven unas 75 mil personas y se encuentra muy cerca del centro de la ciudad.

La violencia fue encabezada por residentes indignados de que algunos pacientes fueran trasladados al centro desde otras partes de Monrovia, dijo ayer Tolbert Nyenswah, ministro de Salud adjunto.

Los habitantes de West Point iniciaron una “ola de saqueos”, robándose artículos de la clínica que probablemente están infectados, dijo un alto funcionario policial, el cual pidió guardar el anonimato porque carece de autorización para hablar con la prensa. Los residentes se llevaron equipo médico, así como colchones y sábanas que tenían manchas de sangre, agregó.

“Entre las casas uno podía ver a la gente huyendo con artículos robados a los pacientes”, agregó el funcionario, al tiempo que dijo temer que “todo West Point se infectará”. Algunos de los objetos saqueados estaban visiblemente manchados de sangre, vómitos y excrementos, dijo Richard Kieh, habitante de la zona.

El Ministerio de Sanidad había anunciado previamente su intención de poner en cuarentena todo el barrio para evitar que los habitantes se trasladaran a otras zonas, lo que enfureció a los residentes. Pero ayer, Nyenswah aclaró que “West Point aún no está en cuarentena, como se reporta”, afirmó.

Originalmente había 29 pacientes en la unidad de aislamiento del hospital, pero en los últimos días murieron 10 de ellos y otros dos huyeron, según informó el diario Front Page Africa en base a datos de un enfermero. Y de acuerdo con la BBC en su portal electrónico, Nyenswah dijo ayer que los 29 pacientes del centro habían sido reubicados y readmitidos en un centro de tratamiento de ébola en el John F Kennedy Memorial Medical Center.

Liberia, en el oeste de África, es uno de los países más afectados por la epidemia. Más de 400 personas murieron en el país a causa del virus, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) .

The New York Times informó que Médicos Sin Fronteras comenzó ayer, cerca de Monrovia, a aceptar pacientes en lo que pretende ser el más grande centro para tratamiento de ébola. La nueva unidad, indicó el diario, está diseñada para alojar a 120 pacientes y se puede expandir para dar acomodo a más de 300.

Mientras tanto, en Nigeria una médica que se había contagiado con el virus hace varias semanas se curó y recibió el alta del hospital de Lagos: ahora podrá continuar con su vida normal, informó el ministro de Salud, Onyebuchi Chukwu, la noche del sábado. Otros cinco de los 12 infectados en total en el país también están mejorando y están “casi curados”, dijo el ministro.

En total 189 personas están bajo observación en el país, pero hasta ahora ninguna mostró signos de la enfermedad, según Chukwu.

Por su parte, Kenia prohibió la entrada a su territorio a ciudadanos de los países afectados por el ébola. La medida entrará en vigor el martes, informó el Ministerio de Salud, y afectará sobre todo a viajeros aéreos desde Sierra Leona, Liberia y Guinea. La aerolínea local Kenya Airways anunció que también suspende sus vuelos a esos países a partir de mañana.

Hace unos días la OMS había alertado del alto riesgo de que el brote pase a Kenia, cuyo aeropuerto de Nairobi es un nudo importante del tráfico aéreo regional.

Hasta el miércoles pasado, la OMS contabilizaba más de 1,145 muertos y más de 2,127 casos sospechosos y confirmados.

En España, los resultados de las pruebas epidemiológicas realizadas a un hombre de origen nigeriano que presentaba síntomas propios del ébola descartaron ayer que padezca el virus.

En este marco, la agencia encargada de la cooperación en las fronteras exteriores de los países de la Unión Europea (UE), Frontex, suspendió temporalmente los vuelos de deportación de inmigrantes irregulares a los países de África Occidental afectados por el ébola.