Arranca conferencia de paz sobre Siria, con divisiones
RECLAMO. Una niña porta un letrero que dice "300 niños sin educación desde hace dos años", durante un acto organizado por activistas en la destruida ciudad siria de Homs. (Foto: YAZAN HOMSY REUTERS )
MONTREUX, Suiza (Agencias).— La primera jornada de la conferencia de paz para Siria, celebrada ayer, aquí, logró poco más que dejar al descubierto las profundas divisiones existentes entre el régimen sirio de Bashar al-Assad y la oposición, que se acusaron mutuamente de ser los responsables de la catástrofe del país árabe.
El líder opositor Ahmad al-Yarba atribuyó al gobierno de Al-Assad la responsabilidad de la muerte de 200 mil civiles e insistió en que no hay otra solución que “ponerle de lado, al igual que a todos los símbolos de su régimen”. “Apoyamos plenamente Ginebra 1”, aseguró Al-Yarba, que encabeza la Coalición Nacional Siria (CNFROS), una alianza de grupos opositores. “Ese documento deja claro que Al-Assad tiene que renunciar y delegar el poder. No podemos y no debatiremos una solución política hasta que eso no se haya abordado”.
El gobierno sirio, por su parte, afirmó que la conferencia de paz de Montreux está orientada en su contra y acusó a sus organizadores de no haber sido “equilibrados” en la selección de sus participantes. “Hoy tuvimos 40 países que parecían preseleccionados de forma que la mayoría de ellos fueran delegaciones antisirias”, dijo el embajador de Siria ante la ONU, Bashar Jaafari.
Cuestionado sobre las imágenes difundidas el martes, que demostrarían torturas y asesinatos sistemáticos por parte del régimen de Al-Assad en las prisiones sirias, Jaafari dijo que son falsas, aunque reconoció que “se cometen errores, al igual que en otros países”.
El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, mostró su apoyo firme a la oposición en su intervención, asegurando que no hay espacio alguno para Al-Assad y su familia. Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, confesó estar “sorprendido y desilusionado” por la insistencia del gobierno sirio en que las conversaciones de paz se centren en la lucha contra el terrorismo y no en formar un gobierno de transición.
Ayer mismo, la relatora especial de la ONU para niños y conflictos armados, Leila Zerrougi, afirmó que al menos 11 mil niños han muerto en Siria, por lo que urgió tener en cuenta el tema en las negociaciones de paz.
El mediador del proceso, el experimentado diplomático argelino, Lajdar Brahimi, reconoció ante la prensa que no hay que hacerse ilusiones: “Será muy difícil y tendremos que trabajar duro”. Por eso, Brahimi decidió a última hora adelantar el inicio de las negociaciones, previstas a partir del viernes, en una primera fase que puede durar entre siete y 10 días. Subrayó que no demorará más el inicio de este diálogo urgente para frenar un conflicto que ha dejado más de 130 mil muertos, según las cifras más aceptadas.
El gobierno mexicano está representado en la conferencia por el canciller José Antonio Meade, quien en la sesión inaugural afirmó que México está preparado “para brindar la asesoría técnica que se estime pertinente durante los esfuerzos de construcción de un régimen democrático y plural en Siria”.
Meade reiteró la importancia de cumplir los seis puntos de la declaración de Ginebra 1 que llaman a establecer un calendario “estricto” que pueda aplicarse en un clima de seguridad y estabilidad y llamó a formar un órgano de gobierno de transición “genuinamente democrático y plural, respetuoso de los derechos humanos y del estado de derecho”.