Washington.— Seis senadores demócratas enviaron ayer una carta al presidente Barack Obama expresando su apoyo a la decisión de “usar su legítima autoridad ejecutiva” para arreglar antes de fin de año el actual sistema migratorio “lo más que se pueda”, a la espera de que en un futuro el Congreso apruebe una reforma migratoria integral. La misiva está firmada por los senadores Harry Reid, Richard Durbin, Charles Schumer, Patty Murray, Robert Menéndez y Michael F. Bennet.

Los seis senadores recordaron que “hace 507 días” el Senado aprobó una reforma migratoria “con sentido común y apoyo bipartidista” pero el proyecto de ley se quedó atascado en la Cámara Baja ante la negativa de los republicanos a poner una fecha para su votación. “Al igual que usted, nos sentimos decepcionados y frustrados por esta decisión”, explicaron los senadores.

Los republicanos creen que el presidente debería dar la oportunidad al nuevo Congreso, que se constituye en enero, en vez de actuar sólo en materia migratoria; por el contrario, los senadores demócratas opinan que ya no hay que esperar. “Las comunidades inmigrantes ya han esperado demasiado. De hecho, cada presidente desde Eisenhower ha usado su autoridad ejecutiva para hacer que nuestro sistema migratorio funcione de una manera más eficaz”, indica la misiva

En concreto, los senadores pidieron a Obama que amplíe el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), aprobado por su administración en 2012 y que ha beneficiado a unos 600 mi jóvenes indocumentados, conocidos en Estados Unidos como “soñadores” o dreamers. También abogaron por mejorar el sistema legal de inmigración “para mantener a las familias unidas, proteger a los trabajadores y permitir a los empleadores patrocinar a inmigrantes talentosos para que obtengan la ciudadanía estadounidense”.

En este marco, cuando el presidente Obama dé a conocer una serie de órdenes ejecutivas que alivien la situación de millones de indocumentados en su mente estará no sólo el interés de quienes han esperado durante demasiado tiempo en las sombras, sino, sobre todo, el temor al resquebrajamiento de esa coalición que lo llevó a la Casa Blanca en 2008 y 2012 con la mayoría del voto popular y electoral bajo el brazo.

Tras las elecciones intermedias, la radiografía de las urnas demuestra un desplome de hasta 7 puntos entre el electorado hispano y una deserción de hasta 20 puntos entre la base electoral de la minoría asiática. Estos dos bloques demográficos, que apoyaron a Obama en cuotas muy cercanas al 70% en las dos elecciones presidenciales, se han convertido en dos pilares a punto de resquebrajarse a menos que la Casa Blanca consiga recuperar su apoyo a través de unas acciones ejecutivas que podrían pasar por la expansión del DACA.

“Lo que resulta evidente es que el gambito electoral de Barack Obama y los demócratas falló en las pasadas elecciones”, aseguró Matt Barreto de la organización Latino Decisions.

Según fuentes familiarizadas, las órdenes administrativas que podría anunciar el presidente beneficiarían a entre 3 y 5 millones de personas. Con información de agencias