WASHINGTON.— Las marchas y revueltas por la muerte de Michael Brown, un joven negro de 18 años abatido en agosto tras recibir al menos seis disparos en la localidad de Ferguson, Missouri, ya han tenido una primera y, para muchos, inesperada consecuencia: la apertura de una investigación contra la policía local por presunta violación de los derechos civiles de la mayoría afroestadounidense en esa comunidad controlada por el poder de los blancos.

Según confirmó ayer el fiscal general Eric Holder, el clamor de la comunidad negra de Ferguson y los indicios que arrojan las primeras pesquisas, derivaron en el lanzamiento de esta investigación contra una corporación policiaca dominada por blancos que no refleja la composición demográfica de Ferguson, con un 70% de la población de raza negra.

La fiscalía evaluará el uso de fuerza por parte de esa policía, incluyendo fuerza letal, arrestos, búsquedas, detenciones y el trato que reciben las personas en la prisión municipal, además de otras tácticas discriminatorias.

“Esta investigación tendrá como fin recuperar la confianza de la comunidad en la policía”, aseguró Holder. El fiscal general no descartó la expansión de la pesquisa hacia otros cuerpos policiales del estado de Missouri, principalmente los destacamentos en los suburbios de San Luis Missouri.

“Yo sé que en los cuerpos policiales hay agentes que hacen su trabajo de forma muy profesional. Y esta investigación tiene como fin expandir prácticas que garanticen a los miembros de nuestra sociedad, independientemente de su raza o su confesión, una sensación de respeto y seguridad”, añadió Holder en alusión a la campaña emprendida por el Departamento de Justicia para erradicar todo tipo de prácticas racistas.

“En los últimos cinco años, se han realizado más de 20 investigaciones contra distintos cuerpos policiales y han sido separados de su cargo a más de 300 oficiales”, añadió Holder al enfatizar que este tipo de prácticas “no son de corto plazo, sino que se han pensado para que sean de muy largo plazo”.

La medida se realizará de manera separada a una investigación en curso sobre derechos civiles que el Departamento de Justicia lleva a cabo por la muerte de Brown, baleado por el policía Darren Wilson el 9 de agosto. Brown no portaba un arma.

Un jurado investigador local también investiga el incidente, que detonó cerca de dos semanas de disturbios en Ferguson y se convirtió en un tema álgido en el debate nacional sobre el trato de la policía hacia las minorías en todo el país.

En medio de la intensa revuelta, Holder visitó la ciudad de Ferguson para escuchar de primera mano los testimonios de una comunidad harta de los abusos de la policía controlada por oficiales de raza blanca y con técnicas de intervención de corte militar. “He dialogado ampliamente con el alcalde de la ciudad de Ferguson y nos ha dicho que la comunidad le da la bienvenida a esta investigación”, añadió Holder.

Holder, el primer fiscal general de raza negra en EU, ha hecho de la defensa de los derechos civiles una de sus más importantes misiones.

Desde su toma de posesión ha fortalecido la unidad de derechos civiles que se ha encargado de realizar investigaciones consideradas como paradigmáticas, incluyendo la realizada contra el polémico alguacil de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, quien ha mantenido una guerra abierta contra el Departamento de Justicia por el reporte en el que se le acusó en 2011 de dirigir un cuerpo policial de corte racista contra la comunidad hispana. (Con información de AP)