CIUDAD DEL VATICANO.— Las observaciones del Comité de los Derechos de los Niños de Naciones Unidas (ONU) “parecen interferir en las posiciones doctrinales y morales de la Iglesia católica”, a más de presentar “graves anomalías y límites”, afirmó el padre Federico Lombardi, portavoz de la Santa Sede, al responder ayer al documento en el que la institución internacional criticó, el miércoles, la ineficiencia del Vaticano para frenar la pederastia sacerdotal.

“Las observaciones del Comité van más allá de sus facultades, al dar indicaciones que involucran evaluaciones morales sobre contracepción, aborto, educación en las familias y una visión de la sexualidad humana, a la luz de una propia ideología de la sexualidad”, dijo Lombardi en un artículo escrito para la página web de Radio Vaticano.

En su contraofensiva, el portavoz vaticano también reprochó a los miembros del comité de la ONU “no haber tomado adecuadamente en consideración las respuestas escritas y orales de los representantes de la Santa Sede”, que no están reflejadas en el documento, lo que, subrayó, “hace pensar que éste pudo haber sido escrito o estructurado antes (de escuchar los argumentos del Vaticano)”.

Lombardi también hizo notar que el documento parece haber dado mayor importancia a la información obtenida de “conocidas ONG, contrarias a la Iglesia y a la Santa Sede, que a las posiciones de la Santa Sede, que siempre ha estado disponible para dialogar con el comité”.

El intercambio parece haber dejado a la Iglesia y a la ONU en camino a su mayor enfrentamiento en décadas, aunque Lombardi aseguró que no hay una disputa con el organismo internacional.

“No es que haya habido una confrontación entre la ONU y el Vaticano”, dijo el portavoz en un comunicado. “La Santa Sede siempre ha dado un firme apoyo moral a Naciones Unidas”, agregó. Sin embargo, reiteró las críticas iniciales del Vaticano al reporte, diciendo que era injusto y tendencioso.

El Vaticano, que fue uno de los primeros Estados en ratificar (1990) la Convención de la ONU para los Derechos de los Niños, presentó este año su tercer documento sobre los progresos de las iniciativas asumidas en defensa de la infancia, el cual, según Lombardi, en gran parte fue ignorado por el Comité de la ONU que se ocupa del tema. En ese documento la Santa Sede subrayó las acciones adoptadas en contra de la pederastia, entre las que sobresalen: la promulgación de una “legislación especial” al respecto, la ratificación de protocolos internacionales y las “líneas guía” que facilitan la aplicación de medidas efectivas en las jurisdicciones de las iglesias locales, de conformidad con la “legislación canónica”.

Marco Politi, vaticanista del diario italiano La Repubblica, dijo a EL UNIVERSAL que aunque es cierto que hay una interferencia del Comité de la ONU cuando toca el aborto, la homosexualidad y que no se ve claro si consideró las novedades introducidas contra la pederastia por la Iglesia católica, “algunas de sus demandas son totalmente válidas visto que el Vaticano no ha dado una cifra global de los pederastas, no ha abierto sus archivos y no cuenta con estructuras especiales para hacer este tipo de denuncias, como existen en otros Estados”.

En este sentido, añadió, “dado que el Vaticano ratificó la Convención sobre los Derechos de los Niños, el Comité tiene razón de exigir más claridad”, algo que, detalló, bloquea el Vaticano con la excusa de que “el Papa no es director de una multinacional y que, por ello, no es responsable de lo que hace un sacerdote, sino el obispo. Esto es cierto, pero el Papa debe controlar que el obispo cumpla con su deber, de otra manera resulta inútil hablar de leyes muy severas, cuando no se cumplen”.

Politi consideró muy positivo que el Comité de la ONU haya solicitado a la Santa Sede castigar a los obispos que simplemente cambiaron de una parroquia a otra a los sacerdotes pederastas.

El último gran enfrentamiento entre las dos instituciones fue en 1994, cuando el Vaticano obligó a la ONU a abandonar una propuesta para aprobar el aborto como un medio de control natal en una conferencia sobre población en El Cairo.

Los escándalos por abuso infantil han plagado a la Iglesia por más de una década y los Pontífices han tenido problemas para dar por terminado con el tema. Desde su elección en 2013, Francisco ha calificado al abuso sexual como “la vergüenza de la Iglesia” y prometió continuar con las medidas que comenzó su antecesor Benedicto XVI para abordar el tema. (Con información de agencias)