WASHINGTON.— Casi una semana después del trágico incidente, en el que Mike Brown, un joven de 18 años, de raza negra perdió la vida a manos de un oficial blanco en la localidad de Ferguson, en Missouri, la policía local dio ayer a conocer el nombre del agente involucrado: Darrell Wilson.

Además, la policía reveló un reporte en el que se presenta a la víctima como un vulgar ladrón de cigarrillos que asaltó una tienda poco antes de ser interceptado y abatido por el agente. Según el informe dado a conocer por el jefe de la policía de Ferguson, Thomas Jackson, poco antes de ser detenido Brown zarandeó a un dependiente de una tienda de conveniencia que le reclamaba por el robo de unos cigarrillos.

La versión de la policía enardeció los ánimos de la comunidad que realizó protestas contra esta estrategia de la policía para defender a Wilson.

“En cualquier caso. Lo que importa para nosotros es el momento en que Mike Brown se rinde a la policía con los brazos alzados. En ese momento, Brown recibe la descarga del agente de la policía con los brazos en alto. Y esa va a ser nuestra principal línea en la acusación”, dijo Anthony Gray, el abogado de la familia Brown.

La familia del difunto criticó a la policía por difundir el reporte que muestra a Brown como un simple ladrón. Más tarde, contradiciendo sus palabras iniciales, Jackson dijo en otra conferencia de prensa que Brown fue detenido por Wilson porque bloqueaba el tráfico de una calle junto con un amigo”.

Tras seis días de protestas y manifestaciones consecutivas, que ayer mismo encontraron eco en distintas del país en ciudades como Nueva York o Los Ángeles y que por primera vez entraron en una fase más moderada tras la intervención de la policía estatal, la actuación de una policía local a la defensiva obligó al gobernador, Jay Nixon, y a la policía estatal a redoblar esfuerzos para apaciguar los ánimos y evitar que el fuego que prendió en Ferguson se extienda.

En medio de este complejo escenario, las voces a favor de desmilitarizar a las policías locales que han hecho uso de fuerza excesiva y emplean equipo altamente letal, se multiplicaron bajo el liderazgo de líderes comunitarios y senadores como la demócrata por Missouri, Claire McCaskill, quien insistió en la necesidad de reeducar a unos cuerpos policiales que fueron entrenados para zonas de combate, haciendo un daño innecesario a la sociedad y atizando tensiones raciales, como ocurrió en Ferguson.