GAZA (Agencias).— El presidente palestino, Mahmoud Abbas, advirtió ayer que romperá con Hamas si el grupo desconoce la autoridad del gobierno palestino de unidad nacional, que fue alcanzado en junio pasado.

“No colaboraremos con Hamas si no acepta tener una autoridad. La unidad tiene condiciones. Pero la situación actual no representa ningún tipo de unidad”, dijo Abbas en el marco de su visita a Egipto para participar en la reunión de la Liga Árabe.

El líder dijo que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) no pude permitir más que Hamas siga sin reconocer el gobierno de unidad nacional.

“Si el gobierno no se unifica (en términos) de armas y leyes en Cisjordania y en Gaza, no habrá ni asociación ni discusión con la organización (Hamas)”, expresó Abbas, favorable a que haya únicamente un ejército y una sola ley en todos los territorios palestinos.

Abbas se refirió al reciente conflicto armado entre Israel y el movimiento islamista y reveló que al menos 850 militantes de Hamas y sus familiares murieron, cifra superior a los 50 reconocidos por el grupo.

Por su parte, el portavoz de Hamas en Gaza, Sami Abu Zuhri, respondió en un comunicado que el presidente palestino debería continuar el diálogo cara a cara con ellos en lugar de dirigirlo a los medios.

“Los comentarios de Abbas contra nuestro movimiento y contra la resistencia son injustificados y carecen de base. Estamos de acuerdo en celebrar una reunión entre Al-Fatah y Hamas para continuar el diálogo e implementar la reconciliación”, manifestó.

Entretanto, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA) pidió a los países árabes una donación de 47 millones de dólares para cuatro semanas de campaña de emergencia en la franja palestina de Gaza.

El comisionado general de la UNRWA, Pierre Krahenbuhl, señaló que hay una “necesidad de apoyo financiero ahora”.

Ayer mismo, decenas de palestinos protestaron en Jerusalén tras escuchar que un joven de su comunidad había muerto por las heridas que sufrió en enfrentamientos con la policía la semana pasada. Los manifestantes en el barrio de Wadi al-Joz, cerca de la amurallada Ciudad Vieja, arrojaron piedras, bombas molotov y bengalas a los autos que circulaban, y la policía respondió con balas de goma durante los enfrentamientos, que duraron varias horas.