CARACAS (Agencias).— La peor ola de protestas que sacude a Venezuela en más de una década tiene los días contados, dijo el ministro del Interior y Justicia, Miguel Rodríguez, quien aseguró que apenas quedan entre 200 y 300 manifestantes en todo el país, desde los miles de hace tres meses.

“El mes de julio es definitivo para eso (fin de las protestas)”, dijo Rodríguez en una entrevista con Reuters. “Empiezan las vacaciones escolares y van a ir enfriándose los poquitos focos que quedan y retomaremos las clases en septiembre en plena normalidad”.

Las protestas que se desataron desde principios de febrero contra la elevada inflación, el persistente desabastecimiento de productos básicos y la delincuencia, han dejado un saldo de 42 muertos y unos 800 heridos y, a pesar de haber disminuido en número e intensidad, aún se mantienen en Caracas y las principales ciudades del país. El miércoles fueron detenidos 105 manifestantes, según la Guardia Nacional, mientras atacaban una sede ministerial con palos, piedras y bombas molotov.

El director regional de la organización Crisis Group, Javier Ciurlizza, advirtió ayer que “la estabilidad en Venezuela pende de un hilo muy delicado”, y que “el diálogo y el compromiso a la no violencia continúan siendo las únicas alternativas viables”.

En ese sentido, la oposición venezolana dijo que espera poder reunirse el próximo domingo con los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que participan en el diálogo con el gobierno, que fue suspendido esta semana, después de que ayer no pudieron viajar a Venezuela.

“Es probable que se dé la reunión el domingo en la tarde, aún no está confirmada, pero es la información que tenemos hasta este momento”, indicó el secretario adjunto de la plataforma opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón José Medina, que participa en el diálogo.

El encuentro contaría con la presencia de los cancilleres de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo; Colombia, María Ángela Holguín, y Ecuador, Ricardo Patiño, así como el nuncio vaticano, Aldo Giordano, quienes acompañan al gobierno y la oposición en las conversaciones para superar la crisis.

Por otra parte, Lilian Tintori, esposa del líder opositor venezolano Leopoldo López, cree que su marido saldrá “fortalecido” de la prisión en la que lleva ya casi tres meses. López se entregó a las autoridades el 18 de febrero tras ser acusado por el gobierno de promover las protestas violentas que comenzaron seis días antes.