julian.sanchez@eluniversal.com.mx  

José Barba, una de las víctimas y de los primeros denunciantes de los abusos sexuales cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo Marcial Maciel Degollado, y Bernardo Barranco, especialista en religiones, coincidieron ayer en que no hay nada nuevo, ni en el nombramiento como director general de la congregación del mexicano Eduardo Robles Gil Orvañanos, ni en el comunicado de esa organización donde piden perdón por los abusos sexuales del religioso fallecido en 2008.

Barba, académico del ITAM que dejó la orden de los legionarios a los 25 años, luego de sufrir varios abusos sexuales de Maciel, subrayó que el pronunciamiento es parte de un guión y que esa asignación de Robles representa parte de lo mismo, pues éste fue cercano al fundador de la legión, uno de los escogidos de la Universidad Anáhuac entre los años 70 y 80.

“No veo muchos cambios y desde luego me pregunto por qué nunca han reunido a las personas que colaboraron con Marcial Maciel para preguntarles”, dijo José Barba en alusión a personas allegadas a ese sacerdote originario de Cotija, Michoacán, como Juan Manuel Dueñas, Javier García, Cristóforo Hernández y Enrique Esquivel.

Para Barranco, quien señala que la congregación es una empresa económica y de poder, el comunicado evidencia un deslinde absoluto de un asesino sexual como lo fue Marcial Maciel, un hombre pervertido, personaje lleno de patologías. “Es una postura más de tipo político y no aporta cauces nuevos para la legión. Un comunicado decepcionante en su planteamiento, porque utiliza a Maciel como el chivo expiatorio, en la lógica del asesino único y solitario... el texto plantea a Maciel como fenómeno aislado, como manzana podrida, pero canasta sana”, destacó.

Al preguntarle a Barba si aceptaría el perdón, sostuvo: “Soy cristiano, creo en el perdón, pero también creo que existen normas en la vida civil... hay gente extremadamente astuta que, como maneja el pecado y el delito, así maneja el otorgamiento de perdón, para escamotear el cumplimiento de la justicia”.