"Las drogas no se vencen con drogas", afirma el papa Francisco
PROTOCOLO. El papa Francisco intercambia regalos con el Gran Maestre de la Soberana Orden de Malta, durante una audiencia privada en el Vaticano. (Foto: REUTERS )
CIUDAD DEL VATICANO (Agencias).— El Papa arremetió ayer contra la legalización de cualquier tipo de estupefacientes, cuestionó la legitimidad de leyes que pretenden autorizar “drogas ligeras” y expresó su dolor ante el peligro que corren los jóvenes.
Francisco hizo estas consideraciones durante un discurso que pronunció ante los participantes en la 31 edición de la Conferencia Internacional de Lucha contra las Drogas, que se realizó en Roma del 17 al 19 de junio.
“Quisiera decir con mucha claridad: ¡La droga no se vence con la droga! La droga es un mal, y con el mal no se puede ceder o comprometerse. Pensar en poder reducir el daño permitiendo el uso de psicofármacos a aquellas personas que continúan usando droga, no resuelve para nada el problema”, advirtió.
Señaló que los intentos por legalizar las llamadas “drogas ligeras”, aunque sea parcialmente, además de considerarse “discutibles” desde el plano legislativo, no producen los efectos que se prefijaron. Además, indicó que las drogas sustitutivas no son una terapia suficiente, sino un “modo velado de rendirse al fenómeno”.
“Quiero sostener lo que ya dije en otras ocasiones: No a todo tipo de droga. Simplemente. No a todo tipo de droga”, insistió.
Precisó que para poder decir no, es necesario decir sí a la vida, sí al amor, sí a los demás, sí a la educación, si al trabajo, sí a más fuentes de trabajo. Porque —continuó— si se realizan esos “sí”, no existe espacio para la droga, para el abuso de alcohol y para las otras dependencias. Lamentó que el flagelo de la droga continúe extendiéndose en formas y dimensiones impresionantes, alimentado por un mercado que supera los confines nacionales y continentales.
NY, por legalización
En tanto, la Asamblea y el Senado de Nueva York aprobaron ayer una legislación que legaliza la mariguana para uso médico, tras un acuerdo entre demócratas y republicanos que pone fin a meses de discusiones.
La normativa tardará en torno a un año y medio en entrar en vigor, un periodo en el que la administración pública debe precisar las reglas y señalar quién se encargará de suministrar la droga.