WASHINGTON.— Hillary Clinton eligió ayer la víspera del lanzamiento oficial de su nuevo libro Decisiones Difíciles para alimentar, por adelantado, la curiosidad y el morbo de sus lectores con algunos pasajes escabrosos y sorprendentes.

Así, en esta nueva entrega de sus memorias dice que el problema del narcotráfico que marcó las relaciones de EU con su vecino del sur, es considerado como “un problema compartido” entre ambas naciones.

Además, reconoce los esfuerzos del ex presidente mexicano Felipe Calderón, a pesar de las críticas aceradas de quienes desde México y EU consideraron un error el inicio de una guerra sin cuartel que dañó innecesariamente a la población civil.

Según la versión de Clinton, una de las causas de la violencia que siguen castigando a México es la lucha encarnizada entre los cárteles para hacerse con el control de un negocio que tiene a su cliente principal a EU. “El 90% de las drogas utilizadas en Estados Unidos llegan a través de México y 90% de las armas usadas por los cárteles procede de Estados Unidos”, señala Clinton.

En su libro, Hillary también alude a la tensión que se produjo entre Estados Unidos y México a raíz de la publicación a finales de 2010 de los cables diplomáticos de WikiLeaks y las indeseadas consecuencias que este episodio trajo consigo, como la renuncia del embajador Carlos Pascual, quien fue expuesto en los cablegramas como un embajador que criticaba la “aversión” del ejército a la confrontación con los cárteles de la droga y las luchas intestinas y las envidias entre las fuerzas de seguridad embarcadas en la lucha contra el narcotráfico.

Modelo a seguir

En el capítulo “América Latina: demócratas y demagogos”, Clinton hace un balance de los progresos y retrocesos de la región. Considera, que, salvo algunas excepciones, América Latina es “un modelo a seguir para las democracias emergentes en todo el mundo, incluido el Medio Oriente”.

Admite que EU aún tiene una imagen obsoleta de AL que no corresponde a la realidad; recuerda la “profunda transformación política” que ha vivido América Latina tras el fin de la Guerra Fría con la instauración de la democracia en muchos países de la región y considera muy positiva la llegada de mujeres al poder en varios países de una región “a menudo conocida por su cultura machista”.

Mientras considera “historias de éxito” lo ocurrido en países como Colombia, Brasil y Chile, se muestra preocupada por los pocos avances en Cuba y los retrocesos en Venezuela.

La ex jefa de la diplomacia estadounidense califica a Hugo Chávez como “dictador autoengrandecido” que encarnaba “mucho de la historia negativa que la región estaba tratando de superar”.

Por otro lado, declaró que cuando terminó la presidencia de Bill Clinton “salimos de la Casa Blanca no sólo en bancarrota, sino endeudados”. Hillary Clinton habló con la legendaria periodista Diane Sawyer en una entrevista con ABC News.

“No teníamos dinero cuando salimos de ahí y nos costó, ya sabes, conseguir los recursos para pagar las hipotecas para las casas, para la educación de Chelsea. No fue fácil. Tuvimos que batallar”, dijo la ex primera dama.

Su lastimosa narrativa, muy lejos de la imagen de poder y glamour que irradia el matrimonio de los Clinton, fue corregida sin embargo por la propia Sawyer cuando le preguntó a la ex secretaria de Estado sobre las versiones que le atribuyen a ella ganancias por 5 millones de dólares sólo por concepto de discursos y a su esposo Bill hasta la frontera de los 100 mdd.

“Bueno, hemos trabajado muy duro”, justificó.

A sólo unas horas de que su libro aparezca en los escaparates, Clinton ofreció copias por adelantado a varios medios, con la esperanza de despertar el apetito de los lectores y, de paso, presentarse a sí misma como la estadista que ha estado presente en los momentos más críticos para la seguridad nacional y para la política exterior de EU. (Con información de DPA)