El presidente de Estados Unidos aseguró que debido a que los republicanos de la Cámara de Representantes no han actuado en torno a la reforma migratoria, tomará medidas por su cuenta para reducir las deportaciones y aumentar los permisos de trabajo para migrantes después de las elecciones de noviembre. 

Advirtió que la oposición republicana a ésta reforma equivale a un "suicidio" político. El mandatario añadió que el partido corre el riesgo de perder el apoyo de toda una generación de migrantes.

Obama apuntó que los republicanos inteligentes entienden el daño político de tal postura, pero el Partido Republicano enfrenta presión del Tea Party y otros actores que, "muchas veces expresan virulentamente un sentimiento antiinmigrante".

Obama habló ante un grupo de jóvenes emprendedores en Santa Monica, California, donde estaba promoviendo sus políticas económicas.

El presidente también dijo a su audiencia, que pertenecía en gran parte al sector de alta tecnología, que Estados Unidos necesita una afluencia de migrantes altamente calificados para mantener joven la fuerza de trabajo estadounidense.

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