La fundadora de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, encontró hoy al nieto que buscó durante 37 años y que nació en un centro clandestino de detención durante la última dictadura militar.

Guido Carlotto, nombre real del joven cuya identidad usurpada todavía no se ha dado a conocer, es el hijo de Laura, la hija de Estela que fue secuestrada en 1977.

Convertido ya en un hombre, Carlotto se acercó este año voluntariamente a Abuelas de Plaza de Mayo para realizarse exámenes genéticos debido a las dudas que había sobre su identidad.

De esta manera, Guido se convirtió en el nieto número 111 que es recuperado por Abuelas, la organización que fundó Estela junto con otras mujeres que buscaban a sus nietos nacidos y robados en las cárceles clandestinas.

La noticia conmocionó a los argentinos porque corona una larga lucha que comenzaron estas mujeres valientes que no dudaron en enfrentarse a los dictadores.

El gobierno militar en Argentina se caracterizó por detener a mujeres embarazadas que eran torturadas y asesinadas después de parir, y sus hijos terminaban entregados en adopciones ilegales a militares, policías o civiles.

En esa época, Estela era apenas una maestra dedicada a su familia, pero se reconvirtió en un ícono de la defensa de los derechos humanos a nivel mundial porque nunca dejó de buscar a los 500 nietos que, se calcula, fueron apropiados por los represores.

Su hija Laura fue secuestrada debido a su militancia política, y una vez asesinada, le entregaron el cuerpo a la familia, pero en la autopsia médica los padres de la joven se enteraron de que había parido durante su secuestro.

Testimonios de compañeros de Laura que también fueron detenidos confirmaron que la habían visto embarazada y que había parido a un niño que querían que se llamara Guido.

Este martes, ese niño, por fin, apareció, y se encontrará con su verdadera familia.

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