La gobernadora del estado de Arizona, Jan Brewer, ordenó la suspensión de las ejecuciones de reos mientras se lleva a cabo una "revisión completa" del sistema, luego de que un interno sentenciado a muerte falleciera dos horas después de iniciada su ejecución.

Según dio a conocer The Washington Post, el director del Departamento de Correccionales de Arizona, Charles Ryan, confirmó que las ejecuciones se detendrían mientras está en marcha la revisión.

El recurso procede luego de que el interno Joseph Rudolph Wood, sentenciado por el delito de asesinato, falleció una hora y 57 minutos después de que se le suministrará la inyección letal.

Durante la ejecución, los abogados de Wood interpusieron una apelación de emergencia ante una corte federal en al que exigían que la misma fuera suspendida ya que su cliente estuvo "jadeando y resoplando durante más de una hora".

No obstante la propia gobernadora de Arizona insistió en que el recluso falleció de una manera legal y "con testigos presenciales e informes médicos que acreditan que no sufrió".

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