Francia finaliza la investigación sobre el vuelo AH5017
La Gendarmería francesa dio este fin de semana por finalizada la investigación sobre el terreno del vuelo de Air Algérie que se estrelló el pasado 24 de julio en el este de Mali, en la que se incluyen las operaciones de recogida de restos humanos para su posterior identificación.
Según indicó hoy el diario "Le Journal du Dimanche" (JDD), se han recogido más de 1.200 restos, de los que 146 muestras llegaron el pasado viernes a París.
El equipo de la unidad nacional de identificación de víctimas de catástrofes, compuesto por 11 gendarmes y cuatro agentes de la Policía Científica, acudió a Mali dos días después del siniestro para recuperar todos aquellos elementos que pudieran facilitar el reconocimiento de las víctimas.
En el avión, que cubría un vuelo de Air Algérie entre Uagadugu y Argel operado por la compañía española Swiftair, viajaban 116 personas de 15 nacionalidades, incluidos 54 franceses y los seis españoles integrantes de la tripulación.
Las autoridades francesas habían sostenido hasta ahora que en el aparato iban 118 personas, un error que se debía a la cifra total inscrita en la lista de pasajeros facilitada por la aerolínea argelina.
No obstante, según explicó ayer el general Gilbert Diendéré, jefe de la célula de crisis, se ha comprobado que uno de los viajeros, enfermo, anuló su viaje, y que la otra persona, empleada de Air Algérie, finalmente no embarcó.
Los expertos que trabajaron sobre el lugar no vieron más que "cuerpos profundamente fragmentados" y no identificables "con las medidas habituales de la medicina legal", por lo que la esperanza está puesta en el análisis del ADN, explica en JDD el coronel Touron, del Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería (IRCGN).
El limitado perímetro en el que se han hallado restos materiales, de unas nueve hectáreas, y el tamaño de los mismos, sugieren que el aparato cayó contra el suelo a gran velocidad y prácticamente en vertical.
En la investigación colabora también un conjunto de expertos instalado en el departamento francés de Seine-Saint Denis, centrado en la recopilación de información sobre los desaparecidos, desde la ropa que llevaban el día del accidente hasta su historial médico.
La última etapa consistirá en comparar los datos sobre el terreno con los facilitados por los familiares, algo que tanto los expertos franceses como los argelinos calculan que podría durar semanas, meses "e incluso años".
prv