Cientos de estudiantes marcharon el jueves hacia la residencia oficial del máximo dirigente de Hong Kong, Leung Chun-ying, para pedir una reunión a medida que crecen las tensiones sobre el futuro democrático del centro financiero asiático.

Hong Kong, que fue colonia británica, volvió a la soberanía china en 1997 como una "región administrativa especial" con un alto grado de autonomía y libertades que no se disfrutan en el resto de China, bajo una fórmula conocida como "un país, dos sistemas".

Pero Pekín rechazó el pasado mes las demandas de la gente para elegir libremente al próximo líder de la ciudad, lo que generó amenazas de los activistas a favor de la democracia para cerrar el distrito financiero.

En los últimos cuatro días, miles de estudiantes de 24 universidades han protagonizado un boicot a las clases para pedir una democracia completa y no el estilo chino "falso" con candidatos preseleccionados que Pekín desea.

Se espera que las protestas culminen en un bloqueo de carreteras del distrito financiero el 1 de octubre en uno de los mayores actos de desobediencia civil de la ciudad.

La marcha se produce tras el rechazo de Leung, apoyado por Pekín, a hacer caso a un ultimátum de 48 horas para reunirse con los estudiantes.

Sin embargo, Leung dijo en un comunicado que respetaba las aspiraciones y la perseverancia de los "estudiantes sobre la democracia y sus expectativas y voluntad de asumir responsabilidades por el futuro de Hong Kong".

Un portavoz policial instó a los estudiantes a "mantener el orden" y expresar sus opiniones "pacífica y racionalmente".

Se han registrado enfrentamientos menores con la policía esta semana pero las protestas han sido en su mayoría pacíficas y las autoridades tolerantes en permitir que el público se reúna en la zona entre la sede del gobierno y la legislatura.

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