Los embajadores permanentes de los países de la Unión Europea definirán hoy aquí una lista de sanciones destinadas, por primera vez, a afectar a la economía de Rusia, en represalia a su apoyo a los rebeldes separatistas del este de Ucrania.

Entre las restricciones se podrían incluir un embargo al comercio de servicios financieros, a la venta de armas y de equipamientos que sirvan a actividades civil y militar a la vez, y a la venta de tecnología para la explotación y extracción de gas y petróleo.

Asimismo, más personas cercanas al gobierno de Moscú y a los separatistas ucranianos quedarán prohibidas de viajar a los países de la Unión Europea (UE) y tendrán sus bienes en territorio europeo congelados.

Las nuevas sanciones aún tendrán que ser sometidas al visto bueno de los jefes de Estado y de gobierno de los Veintiocho.

Alemania, que tiene fuertes lazos comerciales con Rusia, viene resistiendo a restricciones económicas, así como Francia, que tiene vigente un contrato para la venta de buques de guerra a Moscú y pretende entregar el primer de ellos en octubre.

La iniciativa fue solicitada por los ministros europeos de Asuntos Exteriores tras concluir, el pasado lunes, que Moscú no está usando su influencia para calmar a los rebeldes pro-rusos y facilitar la investigación sobre el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines.

Según los cancilleres, el avión, que cubtía la ruta de Amsterdam a Kuala Lumpur con 298 personas a bordo, fue abatido por los separatistas en el territorio que controlan con armamento facilitado por las autoridades rusas.

jram