Una niña de ocho años murió hoy y otras nueve personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre el Ejército libanés y hombres armados en el norte y noreste del Líbano, informó la Agencia Nacional de Noticias (ANN).

La menor falleció como consecuencia de un disparo en la cabeza, mientras que otro ciudadano sirio resultó herido por una bala en la pelvis, agregó la ANN.

La misma fuente añadió que al menos ocho soldados fueron heridos, entre ellos uno de gravedad, cuando su vehículo resultó atacado en la entrada del barrio de Bab el Tebaneh, de mayoría suní, en la ciudad septentrional de Trípoli.

Además, el Ejército libanés mantiene cerradas varias carreteras en esta ciudad, así como la que conduce desde esta localidad hasta la región de Akkar, limítrofe con Siria.

El repunte de violencia en Trípoli, la segunda ciudad del Líbano, sucede después de un ataque contra un grupo de ulemas en la entrada de la localidad de Arsal, en el noreste del país, donde mediaban para poner fin a los combates entre el Ejército libanés y los yihadistas.

Dos de los ulemas, miembros de la Asociación islámica del Líbano, el jeque Salem Rafei y el abogado Nabil Halabid, resultaron heridos y fueron trasladados a un hospital de la localidad de Arsal, donde según la ANN los choques continúan entre los militares y los yihadistas.

Ayer, las fuerzas armadas anunciaron que los combates han causado al menos 14 militares muertos, 86 heridos y 22 desaparecidos, mientras que en las filas de los yihadistas hay decenas de muertos y heridos.

Desde las 07.30 hora local (04.30 GMT), unidades del Ejército tratan de volver a tomar el control del edificio del tribunal islámico y los edificios cercanos de la aduana situados en el interior de Arsal.

Los enfrentamientos comenzaron el pasado sábado, tras el arresto de un responsable del Frente al Nusra, la rama siria de Al Qaeda, aunque el jefe de las Fuerzas Armadas libanesas, general Jean Kajwayi, aseguró que el ataque de los yihadistas fue "premeditado y preparado desde hace tiempo".

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