Doce personas murieron y medio centenar resultaron heridas en las últimas horas en bombardeos del ejército iraquí contra barrios de la ciudad de Faluya en los que supuestamente se esconden extremistas, y en dos atentados suicidas en la de Hit, ambas en la provincia occidental de mayoría suní de Al Anbar.

Un portavoz del hospital de Faluya informó a Efe de que el centro recibió seis cadáveres y 45 heridos, entre ellos mujeres y niños, víctimas de los bombardeos que afectaron a diversos barrios.

Estos ataques aéreos y de artillería, que comenzaron anoche y se prolongaron hasta la mañana de hoy, provocaron grandes destrozos en viviendas, así como en el banco de sangre del hospital, y en algunas escuelas y mezquitas.

El ejército iraquí bombardea barrios de las ciudades de Faluya y Ramadi en los que supuestamente se esconden extremistas, que han logrado controlar zonas de estas urbes en los últimos meses.

La provincia de Al Anbar, especialmente las citadas localidades, es escenario desde principios de año de enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y el grupo yihadista Estado Islámico de Irak y del Levante, apoyados ambos bandos por combatientes tribales suníes.

Por otra parte, tres efectivos del Ejército y la Policía perdieron la vida y seis militares sufrieron heridas en un ataque perpetrado por un suicida con un cinturón explosivo en un puesto de control en Hit.

Además, dos soldados murieron y tres milicianos suníes resultaron heridos por el estallido de un coche bomba, conducido por un suicida, indicó a Efe una fuente de seguridad de esa ciudad.

Los atentados terroristas y la violencia confesional han aumentado en Irak, donde solo el mes pasado perecieron 750 personas, 610 de ellas civiles, según la ONU.

Los suníes se quejan de ser discriminados por el gobierno, encabezado -aunque ahora de forma interina- por el chií Nuri al Maliki, lo que ha facilitado que los yihadistas se hagan fuertes en algunas áreas de mayoría suní.

jram