Unos 300 inmigrantes de origen subsahariano protagonizaron hoy un nuevo asalto a la frontera de la ciudad española de Melilla, en el norte de África y limítrofe con Marruecos, y una veintena de ellos logró entrar en territorio español.

Según informaron a Efe fuentes policiales, un grupo de inmigrantes fue avistado durante la madrugada cuando se aproximaba a la valla fronteriza, en una zona entre el aeropuerto y el conocido como Barrio Chino de Melilla, donde se ubica un paso fronterizo.

Los inmigrantes se encaramaron a la valla limítrofe y cerca de una veintena lograron entrar en Melilla en medio de un fuerte despliegue policial.

Los inmigrantes que consiguieron saltar la valla se encaminaron hacia el denominado Centro de Estancia Temporal (CETI) para inmigrantes que existe en Melilla, con gritos de "Bosa, Bosa", un cántico de victoria que suelen utilizar cuando consiguen pisar suelo español.

Allí fueron recibidos por sus compañeros, varios cientos de inmigrantes indocumentados que se encuentran en ese centro internados y quienes los acogieron con abrazos.

Algunos de los inmigrantes que lograron acceder manifestaron a Efe que proceden de Camerún y aseguraron sentirse muy felices por haber conseguido por fin cruzar al otro lado de la valla.

Este es el segundo grupo de indocumentados que consigue entrar a Melilla después de que el Gobierno español instalara una malla antitrepa en la valla fronteriza para reforzarla. El anterior intento de asalto a la frontera se produjo el 1 de julio pasado.

La presión migratoria sobre Melilla es constante en los últimos meses y este año ya han logrado entrar de forma ilegal en el país unos 3.500 inmigrantes.

Al acceso de inmigrantes por la valla fronteriza de Melilla se sumó ayer el rescate en aguas del Estrecho de Gibraltar de 271 indocumentados que trataban de alcanzar España desde Marruecos en 28 embarcaciones pequeñas, en su mayoría balsas hinchables.

prv