BANGKOK (Agencias).— Con protestas masivas y grandes manifestaciones, los opositores al gobierno paralizaron ayer parte del barrio gubernamental de la capital de Tailandia, Bangkok.

Por megáfono, los oradores arengaron a la multitud. Las escenas recordaron las sangrientas protestas de 2010, cuando 92 personas perdieron la vida en semanas de manifestaciones.

La jefa de gobierno, Yingluck Shinawatra, otorgó poderes especiales a las fuerzas de seguridad en una sesión de crisis celebrada por la noche. De esta manera, pueden limitar las manifestaciones, llevar a cabo controles e imponer toques de queda.

Desde el domingo, manifestantes con pañuelos de los colores rojo, blanco y azul llaman en Bangkok a la renuncia del gobierno y a la insubordinación civil.

A pesar de la enorme presencia policial, los manifestantes tomaron el recinto del Ministerio de Finanzas y del de Exteriores.

Los manifestantes también se dirigieron a cadenas de televisión para reclamar imparcialidad en sus telediarios, otros acudieron a la sede de la policía y unos más macharon hacia las instalaciones militares.

La Casa del Gobierno evacuó ayer a los funcionarios al comienzo de la tarde y se parapetó tras alambradas.

El ex viceprimer ministro Suthep Thaugsuban, del opositor Partido Demócrata, encabezó la columna que tenía como objetivo el Ministerio de Finanzas y, una vez allí, ordenó a sus seguidores “visitar” todos los pisos y oficinas pero de manera pacífica y sin causar destrozos.

La “cruzada” de Suthep se reforzó el fin de semana con varias organizaciones, como el Ejército Dhamma, el Grupo Verde de Políticos, y la Fuerza Popular Democrática para Derrocar el Thaksilismo.

Suthep vaticinó ayer ante sus seguidores que “esta batalla concluirá en tres días”.

El Congreso de los Diputados tiene previsto votar una moción de censura contra Yingluck el jueves.

Yingluck también cuenta en las calles con el apoyo de los “camisas rojas”, partidarios que están reunidos desde el domingo en el estadio nacional Rajamangala de Bangkok. Hace tres años, bajo el gobierno del Partido Demócrata, los “camisas rojas” ocuparon el centro comercial de Bangkok durante más de dos meses para forzar la caída del Ejecutivo.