BEIRUT (Agencias).— Más de 300 personas murieron, entre ellas 87 niños, en ocho días de ataques aéreos consecutivos del gobierno sirio sobre áreas rebeldes en la ciudad de Aleppo, en el norte del país, dio a conocer ayer el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, asentado en Londres.

El grupo, que apoya a la oposición, dijo que estas bajas se produjeron entre el 15 y el 22 de diciembre.

En algunos de los ataques, los aviones lanzaron barriles cargados con explosivos en áreas controladas por los opositores al régimen.

La Coalición Nacional Siria (CNS) advirtió que si los ataques contra Aleppo no terminan, ningún miembro de la coalición podrá asistir a la conferencia de Ginebra II, que está previsto que se lleve a cabo el 22 de enero con el fin de resolver la crisis en el país asiático.

Aleppo, una importante ciudad comercial siria, fue durante mucho tiempo el centro del enfrentamiento entre los militares sirios y los rebeldes que combaten al presidente sirio, Bashar al-Assad.

“Si el bombardeo contra el pueblo sirio que está llevando a cabo el régimen de Assad continúa, entonces la coalición no irá a Ginebra”, dijo el secretario general de la CNS, Badr Jamous, por medio de un comunicado.

La Casa Blanca, por su parte, condenó el “indiscriminado” bombardeo aéreo de la ciudad de Aleppo.

Entretanto, Al-Assad fue citado por la agencia oficial de noticias SANA diciendo que sus fuerzas están luchando en una guerra contra extremistas. “Lo que está ocurriendo en Siria afecta a todo el mundo”, dijo.