aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Río de Janeiro, centro de la fe

José Vales Corresponsal en Sudamérica| El Universal
Sábado 20 de julio de 2013
Ro de Janeiro, centro de la fe

LISTOS. Brasileños que recibirán al Papa se sientan en el escenario preparado para la visita en el hospital San Francisco de Asís. (Foto: RICARDO MORAES REUTERS )


F ue Paulo VI el primero de los papas en viajar a América Latina en 1968, cuando visitó Bogotá, pero tres de sus cuatro sucesores lo hicieron con más frecuencia y siempre tuvieron a Brasil y a México como destinos de privilegio.

Juan Pablo II llegó por primera vez a Brasil el 30 de junio de 1980 y permaneció allí hasta el 12 de julio; ofició una misa en la favela Vidigal, con una de las vistas más bellas de la Bahía de Guanabara. Parecía una puesta en escena para una visita perfecta a los pies del Cristo del Corcovado, pero aquello tenía otras connotaciones más políticas, como todo lo que hacía Karol Wojtyla en aquellos primeros años de su papado.

Buscaba controlar a los sacerdotes de la Teología de la Liberación, bajo el liderazgo del obispo Helder Cámara y del cardenal Paulo Evaristo Arns, entre otros. Wojtyla regresó a Brasil el 12 de octubre de 1991 para una visita oficial de nueve días, durante la presidencia de Fernando Collor de Mello. Su tercera estancia en el país sudamericano fue entre el 2 y el 6 de octubre de 1997, cuando lo recibió el ex presidente Fernando Henrique Cardoso y participó en el II Encuentro Mundial con las Familias, en Río de Janeiro. Juan Pablo II estuvo una cuarta vez en Brasil, al hacer escala en el aeropuerto de Río de Janeiro, el 10 de junio de 1982, antes de volar a Argentina.

Su sucesor, Benedicto XVI, también tuvo su baño de masas en Brasil. Llegó el 9 de mayo de 2007 para inaugurar la Conferencia del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, que tuvo lugar durante cinco días en el santuario de Aparecida, que la semana próxima también será visitado por Francisco.

Era Benedicto XVI, el hoy Papa emérito, quien debería llegar a Río el lunes para la Jornada Mundial de la Juventud, pero decidió abdicar en febrero último y allí estará su sucesor, cumpliendo con su agenda.

El papa Francisco, quien se reunió ayer con Benedicto XVI en su residencia del Vaticano para pedirle que le acompañe con sus plegarias durante su viaje a Río, encontrará en la ciudad brasileña el termómetro perfecto para conocer cómo y con qué intensidad está llegando su mensaje de austeridad y transparencia desde el epicentro de la Iglesia. Allí podrá tener la medida exacta de si su papado arrancó bien. (Con información de DPA)



Ver más @Univ_Mundo
comentarios
0