WASHINGTON.— En un nuevo intento por asestar una estocada mortal a la ley de salud, la mayoría republicana aprobó ayer en la Cámara Baja una iniciativa para permitir que la poderosa industria de las aseguradoras siga ofreciendo los mismos programas y pólizas a millones de ciudadanos que viven hoy en medio de un incierto proceso de transición.

Por 261 votos a favor y 157 en contra, la iniciativa republicana desafió la amenaza de veto presidencial de Barack Obama y sumó los votos de 39 demócratas, que temen que el fallido lanzamiento de la Ley de Cuidados de Salud Asequible dañe sus posibilidades de reelección en 2014.

“En los últimos tres años el presidente, personalmente, prometió que si la gente deseaba conservar su antigua póliza, lo podrían hacer. Pero millones de cancelaciones de pólizas han comenzado a llegar a la gente, con lo que hay un sentimiento de enojo y frustración”, aseguró el republicano por Michigan, Fred Upton, autor de la iniciativa que se suma al rosario de medidas y propuestas para sabotear la ley de salud.

El anuncio se produce un día después de que Obama emitiera una orden administrativa para permitir que millones de personas que deseen conservar su antigua póliza puedan hacerlo y evitar la lluvia de cancelaciones que han conmocionado a quienes se encuentran ante la disyuntiva de solicitar una nueva póliza que, en muchos casos, es más cara y con menos beneficios que la que tenían.

Es poco probable que el proyecto de ley de la Cámara Baja sea aprobado en el Senado, controlado por los demócratas, y el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, advirtió que Obama lo vetaría. Además, acusó a los republicanos de intentar crear “un plan para vender pólizas de baja calidad con el fin de minar el potencial del Acta de Salud que exige elevados estándares de calidad y precios razonables”.

Obama se reunió ayer con líderes de la industria de seguros, que temen que la modificación que anunció el jueves elevará las primas.