CIUDAD DEL VATICANO (Agencias).— El papa Francisco instó el sábado a la Curia del Vaticano, que estuvo inmersa en una lucha interna y acusaciones de corrupción durante el papado de su predecesor, a ser profesionales humildes y “objetores de conciencia” respecto a los “chismorreos”.

“Cuando falla la profesionalidad, hay una lenta deriva hacia la mediocridad”, dijo Francisco en su primera felicitación navideña a los miembros de la administración central de la Iglesia católica, conocida como la Curia.

De acuerdo con el Pontífice, una de las características fundamentales para trabajar en la Curia es “el servicio al Papa, a los obispos, a la Iglesia universal y a las iglesias particulares”. De lo contrario, la Curia romana se convertirá en una “torpe aduana, una instalación burocrática de investigación y control”. Y eso no deja espacio al “despertar del pueblo de Dios”, agregó.

El Pontífice dijo a cardenales, obispos, monseñores y laicos que trabajan en los distintos departamentos vaticanos que administran una Iglesia con mil 200 millones de creyentes que siempre deberían esmerarse por conseguir “profesionalidad y servicio”.

Cuando fue elegido en marzo pasado, Francisco heredó una Curia desordenada y aún renqueante del escándalo “VatiLeaks”, a la que unos documentos robados de la oficina del papa Benedicto XVI acusaba de corrupción y enfrentamientos entre monseñores.

Benedicto, el primer Papa en 600 años en renunciar, también se vio manchado por las noticias en medios italianos del denominado “lobby gay” en la Curia que usaba el chantaje contra otros. También se sabe que algunos prelados en la Curia usan a periodistas italianos para extender rumores o atacar de forma anónima a miembros de las distintas facciones de la burocracia.

Francisco fue elegido con el mandato de reformar la estructura central de la Iglesia católica, y nombró a una comisión internacional integrada por ocho cardenales para que le aconsejen sobre qué cambios introducir.

En su discurso, dijo que quería que la Curia pasara página.

“La santidad, en la Curia, también implica objeción de conciencia hacia los chismorreos”, dijo y, alejándose de un discurso preparado, agregó que también había “santos” trabajando en el Vaticano.