Parolin se perfila como número dos del Vaticano
CIUDAD DEL VATICANO (Notimex).— Un funcionario diplomático “viejo conocido” de México y actual embajador papal en Venezuela, Pietro Parolin, se perfila como el nuevo secretario de Estado del Vaticano, y sustituiría a Tarcisio Bertone.
Fuentes eclesiásticas revelaron que el papa Francisco ya eligió a Parolin como su “número dos” y que su nombramiento se hará público en breve. La prensa española especula con que el anuncio se haría hoy mismo.
Nacido el 17 de enero de 1955 en la localidad italiana de Schiavon, desarrolló parte de su servicio diplomático, de 1989 a 1992, en la nunciatura apostólica de México. En ese tiempo le tocó participar de manera activa en las negociaciones conducidas entonces por el delegado papal, Girolamo Prigione, de cara al establecimiento de las relaciones oficiales entre El Vaticano y México, que se concretó en 1992.
Parolin estudió en el Seminario de Vicenza y fue ordenado sacerdote el 27 de abril de 1980. Además estudió Derecho Canónico en la Pontificia Universidad Gregoriana. El 1 de julio de 1986 entró en el Servicio Diplomático de la Santa Sede y su primer destino fue Nigeria, donde permaneció entre 1986 y 1989; luego siguió su labor en México y otros países.
El 30 de noviembre de 2002 fue nombrado subsecretario de la Sección para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado del Vaticano. Allí destacó como un fino político y buen conocedor del ambiente diplomático hasta que el 17 de agosto de 2009 fue enviado como nuncio a Venezuela, donde le tocó gestionar la siempre difícil relación entre la Iglesia y el Estado en tiempos del presidente Hugo Chávez.
En diciembre de 2012, Parolin fue enviado a México como representante oficial del Vaticano para asistir a la toma de posesión del presidente Enrique Peña Nieto.
Además, Francisco designó como secretario general de la Gobernación del Estado de Ciudad del Vaticano al español Fernando Vérgez Alzaga, de los Legionarios de Cristo. En ese puesto, coordinará toda la logística relacionada con los edificios y bienes vaticanos en Roma y “extraterritoriales”.