CIUDAD DEL VATICANO.— Sin grandes festejos, pero inundado por las múltiples felicitaciones llegadas de todo el mundo, Francisco cumplió ayer 77 años, su primer cumpleaños como Papa, en compañía de cuatro indigentes sin casa a quienes invitó a desayunar y a asistir a la misa matutina que ofició en la capilla de la Casa Santa Marta, donde reside desde el día de su elección.

El Papa concelebró la misa con el decano del Colegio cardenalicio, cardenal Angelo Sodano, mientras que el secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin, lo felicitó a nombre de todos sus colaboradores de la secretaría.

Los cuatro indigentes, que duermen en los alrededores de la plaza de San Pedro, le fueron presentados al Pontífice por el monseñor polaco Konrad Krajewski, el limosnero pontificio, pero lo curioso de este encuentro es que uno de los indigentes se presentó acompañado por su perro, el cual de inmediato presentó al Papa.

En la misa también estuvo presente, por expresa voluntad de Francisco, según hizo saber la oficina de prensa vaticana, el personal que trabaja en Santa Marta y al término de la misma el director de esa Casa, monseñor Battista Rica, invitó a los presentes a entonar, en honor del Papa, el tradicional “Feliz cumpleaños”.

Concluida la celebración, todos los asistentes, incluidos los cuatro vagabundos, se trasladaron al comedor de Santa Marta para desayunar con Francisco, quien luego reanudó sus actividades visto que, como recordó Federico Lombardi, vocero de la Santa Sede, “en el Vaticano se celebran sólo los onomásticos”.