WASHINGTON.— Al inicio de su segunda semana de cierre de gobierno, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, llamó a los republicanos a terminar con la “crisis fabricada” y llamó al líder de la mayoría conservadora en la Cámara Baja, John Boehner, a someter a voto una iniciativa “limpia” para terminar con un cierre que perjudica a millones.

En una reunión con la cúpula de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, Obama advirtió a Boehner que no se sentará “a negociar temas presupuestales bajo la amenaza de una catástrofe económica”.

El domingo, el líder republicano dijo que Obama tendría que sentarse a negociar por el bien de la nación.

“Hoy, sospecho que hay suficientes demócratas y republicanos (en la Cámara de Representantes) para votar a favor de una iniciativa presupuestaria que permita reabrir el gobierno”, dijo el presidente al desafiar a Boehner a presentar ante el pleno de la Cámara Baja una resolución “limpia” que terminaría con el cierre de gobierno “en menos de una hora”, al ser exclusivamente sobre un presupuesto temporal.

“En estos momentos tenemos los votos suficiente para pasar esa iniciativa presupuestaria”, secundó el republicano por Pennsylvania, Charlie Dent, al confirmar los cálculos del presidente y al desvelar que entre las filas republicanas hay al menos un total de 20 votos, o más, a favor de levantar el cierre.

Entretanto, en un intento por evitar la cita con la catástrofe el próximo 17 de octubre, cuando se deberá elevar el techo de la deuda o arrojar al país en brazos de una nueva recesión, la mayoría demócrata en el Senado preparaba una iniciativa “sin adiciones” para votar a favor o en contra de elevar el techo de la deuda. La estrategia, con la bendición de la Casa Blanca, se produce en momentos en que los republicanos comienzan a sentir la presión de la opinión pública y con unos sondeos que por primera vez vaticinan el fin de su mayoría en la Cámara Baja en las legislativas del 2014.

El movimiento de los senadores demócratas se produce en medio de las advertencias lanzadas por personalidades como Warren Buffet, una de las mentes financieras más respetadas en Estados Unidos, de que no se puede jugar con el techo de la deuda porque sería tanto como “jugar con una bomba nuclear”.

“Las consecuencias serían catastróficas”, advirtió Buffet para sumarse así a las voces que advierten contra la tentación de los republicanos de arrinconar al gobierno de Obama.