aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Miles vitorean a Francisco

José Vales / Enviado| El Universal
Viernes 26 de julio de 2013
Miles vitorean a Francisco

AMABLE. El Papa saludó ayer a los fieles que lo esperaban en la favela de Varginha . (Foto: SEBASTIAN MOREIRAEFE )

Lo aclaman peregrinos en la misa oficiada durante la JMJ

RÍO DE JANEIRO.— El papa Francisco recibió ayer una cálida bienvenida en la favela Varginha, de complejo Manguinhos, por miles de personas que lo vitoreaban a su paso por las estrechas calles de lugar, en una jornada que culminó en otro emotivo encuentro, éste ante poco más de un millón de católicos que participan en la Jornada Mundial de la Juventud y que lo esperaban ansiosos en Copacabana.

Ayer fue un día cargado de actividades y emociones para el Papa. Arrancó recibiendo las llaves de la ciudad de manos del alcalde Río de Janeiro, Guilherme de Lima, un estudiante y atleta paraolímpico de 15 años. Luego bendijo las banderas de los Juegos Olímpicos y Paraolímpicos que se desarrollarán en 2016 y, haciendo de nuevo gala de su sencillez, conversó con destacados deportistas locales.

La jornada siguió con la visita a ese complejo de favelas que al papa le eran tan familiares e Buenos Aires. Llegó, recorrió la avenida principal y demoró la marcha del papamóvil una y otra vez para saludar a religiosas, niños y ancianos. Hasta entró a una casa, adornada con globos blancos y amarillos, para charlar con la dueña, Maria da Penha, de 78 años y su familia.

“No lo puedo creer, me lo mandó Dios. Es de una sencillez increíble”, dijo Maria y miles pudieron comprobarlo luego en la misa que ofició el Papa en el campo de futbol de este barrio, “pacificado” por el ejército en enero pasado.

“Me hubiera gustado tocar en todas las casas de Brasil, pedir un vaso de agua, tomar un cafecito, y hasta una ‘cazalha’ (aguardiente), pero Brasil es muy grande y hoy ustedes están representando a todo Brasil”.

“La realidad puede mudar, el hombre puede mudar. Busquen ser ustedes los primeros en practicar el bien y no se acostumbren al mal”, puntualizó el Santo Padre a su paso por esas calles donde, hasta no hace mucho, la única ley era la del narcotráfico.

Ahí, Francisco encontró el escenario ideal para instar a luchar contra la desigualdad social. No dejó de reconocer “los esfuerzos que la sociedad brasileña hizo para integrar a todas las partes de su cuerpo, incluyendo a los más sufridos y necesitados”, pero advirtió que “ningún esfuerzo de pacificación será duradero, no habrá armonía ni felicidad para una sociedad que ignora y que deja al margen, que abandona la en la periferia parte de sí misma”.

“No dejen que se apague la esperanza ante noticias que hablan de corrupción, con personas que en vez de buscar el bien común, buscan su propio beneficio”, dijo el Papa. No por esperada fue menos contundente esta referencia a uno de los temas que más ha movilizado a Brasil.

Y la lanzó justo en un lugar donde los efectos de la misma están a la vista, donde la pobreza suele dar golpes bajos.

Así fue como la favela Varguinha vio revolucionada ayer su rutina. El joven escogido para contarle al Papa la realidad del lugar narró que “aquí nunca se acercó nadie del gobierno hasta que se supo que usted venía. Ahí empezaron a arreglar las calles, a colocar cestos para la basura y dejaron todo más limpio. Espero que eso siga y será gracias a usted”.

La misma gratitud expresaron Sueni Dos Santos y dos de sus hijas, que gritaban cuando tuvieron el papamóvil a pocos metros. “Le pedí para que ellas puedan estudiar y no me falte la salud”, confiesa doña Sueni y agrega: “Y sí, estoy segura de que me lo va a conceder. ¿No vio como me sonrió?”.

“Su fe es más fuerte que todo”

“Siempre creí que los cariocas no les gustaba ni el frío ni la lluvia, pero la fe de ustedes es más fuerte que todo eso”, dijo el Papa en la noche, cuando se encontró con más de 1.5 millones de personas en las heladas playas de Copacabana.

Francisco recorrió lentamente el paseo marítimo a bordo de su papamóvil blanco, saludando y bendiciendo a los jóvenes que gritaban histéricos bajo la lluvia y lo fotografiaban con teléfonos celulares.

“¡Hermanos y amigos, bienvenidos a la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud en esta maravillosa ciudad de Río de Janeiro! , dijo el Papa en portugués, para luego reiterar su llamado contra los ídolos falsos como el dinero y el poder y declarar que “La fe es revolucionaria... Y yo te pregunto: ¿Estás dispuesto a entrar en esta onda de la revolución de la fe?”.

Ayer mismo, el Papa mantuvo un encuentro con sus compatriotas en una catedral metropolitana, con sus 20 mil plazas colmadas y otras 25 mil almas resistiendo al frío y a la lluvia fuera. La retirada de la catedral fue entre besos y apretones de manos y varias altos en el camino, cada vez que se encontraba con feligreses de su diócesis, o con algún periodista conocido.



Ver más @Univ_Mundo
comentarios
0