CARACAS (Agencias).— Decenas de miles de venezolanos marcharon ayer en todo el país, encabezados por el líder opositor Henrique Capriles, en protesta por la alta inflación y la escasez de productos básicos, a sólo dos semanas de unas elecciones municipales vistas como un termómetro de la popularidad del presidente Nicolás Maduro.

La temperatura de la jornada subió desde temprano con la detención, por unas horas, de Alejandro Silva, coordinador de las giras de Capriles por el país. El líder opositor aseguró que se trató de un intento del oficialismo por acallar las manifestaciones. Sólo los “cobardes” atacan por los costados o por la espalda, subrayó, al denunciar que Silva fue detenido a “punta de fusiles y golpes”.

“Te lo repito (Maduro) si el problema soy yo, ven por mí que aquí estoy, no te tengo miedo. ¿Quieren meterme preso? Vengan. ¿Me quieres a mí? No seas cobarde, vente”, recalcó ante los manifestantes, que iban ataviados con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera nacional.

Horas después, Silva tuiteó: “Ya liberado y listo para seguir adelante”.

Capriles confirmó que la oposición está empeñada en impedir que Maduro termine el periodo 2013-2019 para el cual fue elegido hace siete meses, porque “el país ya no aguanta más”, subrayó. “No tenga ninguna duda, compañero, que después del 8 de diciembre —fecha de las municipales— y Constitución en mano vamos por ti y tu gobierno fracasado y corrupto”, remarcó.

Los manifestantes también lanzaron consignas en contra de la ley Habilitante que confirió a Maduro poderes para gobernar por decreto durante un año. El presidente, quien ayer cumplió 51 años, aseguró haber frustrado un plan que supuestamente buscaba violencia en las manifestaciones de ayer en las que, dijo, participó “muy poca gente”. También dijo que el lunes instalará el Centro Nacional de Comercio Exterior, que centralizará las divisas que se aprueban para las importaciones.